Los equipos Junior First Lego League, formados por niños y niñas de 6 a 12 años, compartieron ayer sus conocimientos con profesores universitarios que ejercieron de jurado de los proyectos de los quince equipos junior que han participado en el encuentro First Lego League Open European Championship (OEC), que se celebra en el Recinto Ferial de Tenerife.

La convivencia en torno a la ciencia y la tecnología ha sido el hilo conductor de estos cuatro días en los que el Recinto Ferial de Tenerife ha acogido a 1.500 personas procedentes de 40 países. Han sido 114 equipos distintos, de los cuales 16 eran junior. Todos venían a compartir sus conocimientos en torno a la ciencia y la robótica.

El equipo libanés, Dawn of Innovation Junior, está formado por tres niñas y un niño de entre 6 y 8 años. Su proyecto consiste en una máquina hecha con Lego capaz de distinguir entre piezas de color azul y piezas amarillas, que representan plásticos con baja densidad de poliestireno y plásticos de alta densidad.

Al archivar los plásticos en contenedores distintos se agiliza el proceso de reciclaje. "Allí en Líbano tenemos un dilema muy serio con la basura y el reciclaje", comenta su entrenador; "no es como aquí, que todo está limpio y organizado. Ver el problema a diario, vivir en él, te ayuda a concienciarte".

Jana Mackieh, una de las niñas, cuenta que quiere ser ingeniera de mayor. "Cuando me enteré de que íbamos a viajar a España no me lo podía creer. Nunca imaginé que fuera a viajar algún día tan lejos, fue una sorpresa". De hecho, han necesitado más de 30 horas para llegar desde su ciudad hasta Tenerife.

El equipo chino, Fuzhou Lego Center, presenta una construcción de varios pisos, más alta que los propios miembros del equipo. Tienen varias propuestas. Entre ellas destaca un museo que funciona a base de energía solar. Tras la presentación del proyecto, hacen una actuación cantando y tocando instrumentos musicales para el jurado y el público de la sala.

Son E Fun, de tan solo 8 años, dice en un inglés envidiable: "La robótica es lo que más me gusta del mundo; de mayor quiero trabajar rodeado de máquinas que yo mismo haya construido. Para mí los robots son lo más divertido que hay".

Los equipos restantes provienen de diferentes partes del territorio español. TecniRecicla son de Tenerife, más concretamente de Güímar, y su propuesta está centrada en el reciclaje de basura tecnológica. "Fuimos de visita al PIRS y nos pareció buena idea hacer una cinta transportadora que separara las pantallas de ordenador del resto de la basura", dice Esteban, uno de los niños.

Funciona con viento, pero posee fuentes de energía alternativas por si falla una de ellas. "Lo que más me ha gustado es programar", añade; para ello usan el programa Wedo, un software propio de Lego. Esteban está convencido de que en el futuro los robots nos sustituirán, "y ya no tendremos que volver a trabajar", señala.

Laura García, de la Fundación General de la Universidad de La Laguna, es jefa de jueces, y comenta que el interés de esta modalidad es motivar y reconocer el trabajo de los niños más pequeños: "Se lo planteamos como un juego e intentamos que crezcan en ellos vocaciones científicas latentes".

Elena Pérez, de la ULL y la UEC, explica que, aunque sea una de las jueces, su función no es ''juzgar''. "Preferimos que nos llamen ''científicos'', pues así nos acercamos a ellos, que son científicos jóvenes, como científicos adultos que valoran su trabajo. Premiamos el trabajo en equipo y que se apoyen entre ellos. Además, queremos que sean capaces de decirnos qué función tiene cada una de las partes de su proyecto y por qué es necesaria en el conjunto final", explica.

En FLL JR. todos ganan, por ello todos los equipos fueron recompensados en la ceremonia de premios con una medalla por su participación y una mención especial en el apartado que más destacaron.