José Antonio Expósito Noda, durante 18 años directivo de la Unión de Trabajadores Autónomos del Taxi (UTAT) y alma máter de la Cooperativa Hogar del Taxista de Santa Cruz -cuatro décadas como profesional del volante le contemplan-, lo resumió así: "El colectivo ha remontado el vuelo los dos últimos años porque estaba prácticamente muerto. Este acto es un ejemplo de que volvemos a ir hacia adelante". Noda hacía referencia a la cena-baile celebrada la noche del pasado sábado en el restaurante La Cascada para conmemorar el XLII aniversario de la Cooperativa y honrar a su patrón, San Timoteo.

Unas 400 personas llenaron el recinto del Parque Marítimo. Entre ellas, el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, flamante número 2 al Congreso por CC; el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, y otros ediles. También la vicepresidenta del Parlamento de Canarias, la popular Cristina Tavío.

Pero, sobre todo, había taxistas de todos los "colores". Acudieron, y así lo expresaron, movidos por la idea de recuperar la unidad -algo complicado en el sector-, que representó en su día la Cooperativa que tiene su sede en la calle Panamá, del barrio de Buenos Aires.

Al frente de todo, un hombre, Emilio Davó, presidente desde hace dos años y responsable en buena medida de la "resurrección".

El sábado se desvivía a la hora de organizarlo todo. Para que nadie se perdiera el abanico de regalo a las señoras en la entrada o para que todos fueran correctamente colocados en su sitio. Davó se ocupó desde presentar el acto a entregar las placas a los homenajeados. Entre ellos, profesionales anónimos, algunos ya jubilados, o el colectivo de Las Palmas con el que los taxistas chicharreros sellaron su hermanamiento.

La otra cara fue la solidaria. Gente con bolsas y productos no perecederos guardaba cola al inicio. Dos kilos de comida equivalían a la entrada. Su destino: la ONG Sonrisas Canarias, cuyo presidente, Luis Febles, dirigió la logística.

La actuación del humorista Juanito Panchín, que hizo reír a todos, dio paso al baile. Para satisfacción de Emilio y su equipo, todo salió bien. Por San Timoteo y por los taxistas a los que el santo guarda cada vez que salen a la calle a ganarse el sustento diario.

La Cooperativa Hogar del Taxista vuelve a estar activa. Por la unidad y la defensa de un sector que busca su camino de futuro. El sábado se hizo realidad aquello de unidades libres... en La Cascada.