Hoy comienza el juicio contra Gilberto M.G.B., un hombre natural de La Laguna que está acusado de la muerte violenta de una vecina, amiga de su madre, el 1 de enero de 2013.

La Sección II de la Audiencia Provincial desarrollará un juicio con jurado, previsto para cuatro días.

La Fiscalía solicita para el procesado 12 años de prisión por un delito de homicidio previsto en el artículo 138 del Código Penal.

Según el escrito del Ministerio Público, en el citado hombre, que en la actualidad tiene 33 años, no concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal. Además, en concepto de responsabilidad civil, el fiscal solicita que Gilberto M.G.B. indemnice a una sobrina de la fallecida con 120.000 euros.

En el momento en que ocurren los hechos, el procesado trabajaba en La Gomera y estuvo en La Laguna, su ciudad natal con motivo de las fiestas de Fin de Año.

A las 14:40 horas del 1 de enero de 2013, según el referido escrito de la Fiscalía, el acusado llamó por teléfono desde una cabina, situada al comienzo del Camino del Vallado, a la vivienda de la víctima, Elvira Tomasa Álvarez García, situada a escasa distancia, en el Camino La Villa, en La Laguna.

El hombre conocía desde siempre a dicha mujer, que entonces tenía 60 años y estaba viuda, por la relación de vecindad y amistad que había entre las familias de ambos.

Tras quedar con ella, el hombre acudió a su domicilio para tratar asuntos privados.

Una vez que ambos estaban en la habitación de la mujer, discutieron y Elvira Tomasa marcó el teléfono de la abuela del varón para contarle "cosas sobre la vida del acusado", según el informe del Ministerio Público.

Dicha actitud de la sexagenaria, enfadó a Gilberto M.G.B. y le colgó el teléfono. Entonces, la víctima se puso a gritar y el acusado le tapó la nariz y la boca para que no respirara. Entre las partes se produjo un forcejeo y la vecina de Camino La Villa cayó al suelo, donde el procesado siguió tapándole la nariz y la boca.

El fallecimiento de Elvira Tomasa se produjo por "asfixia mecánica, por una obstrucción de las vías aéreas por obstrucción", según el informe de los peritos forenses.

Con posterioridad, el acusado procedió a arrastrar el cuerpo sin vida de Álvarez García hasta otra habitación contigua, donde la dejó, y cerró la puerta de la habitación con llave y abandonó la casa.

En la inspección ocular de la vivienda realizada por agentes de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía, se encontraron dos colillas de cigarro, una en la tasa del baño y otra en un cenicero con ADN que se corresponde con la del acusado. También se encontraron restos genéticos de Gilberto en las uñas de la fallecida, según los informes toxicológicos.

Más de un año y medio para su detención

Más de un año y medio después del homicidio de Elvira Tomasa, conocida como "Loly", en el barrio lagunero de El Coromoto, la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de La Laguna detuvo a Gilberto M.G.B. en La Gomera. Tras ser puesto a disposición de la autoridad judicial y de ingresar en prisión provisional a la espera de juicio, el móvil real de la muerte seguía siendo un misterio. El procesado confesó a los agentes que había sido el autor de los hechos y los parientes de la víctima echaron en falta algunas pertenencias de la mujer. Según trascendió entonces, "Loly" era viuda y no tenía hijos. Sufría depresión y agorafobia (le daba miedo salir a la calle), por lo que su principal apoyo eran su hermana y la familia de esta. Este entorno había advertido a Elvira de que no abriera la puerta a extraños, ni a quien no avisara antes por teléfono de su llegada. Pero "Gilbertito", como era conocido el acusado en esa zona, no era un desconocido y, además, la llamó por teléfono. El 31 de diciembre de 2012, "Loly" cenó con la familia de su hermana. Una fuente familiar manifestó a EL DÍA en agosto de 2014 que "se la veía tranquila y hasta contenta", a pesar de que físicamente estaba "débil". Después se asomó por la ventana para ver los fuegos artificiales lanzados en La Laguna. Esa fue la última vez que sus familiares la vieron con vida. Al día siguiente, la hermana de la víctima oyó que en la casa de esta se rodaban muebles.

Ninguna puerta o ventana de la casa de la fallecida estaba forzada, ya que Elvira franqueó la entrada a Gilberto, al que había visto crecer, puesto que era amigo de su madre, según explicó entonces la familia.

El 2 de enero, el entorno de la víctima entró en la casa y la vio algo desordenada. Al ver la habitación cerrada, llamaron a la Policía Nacional. Los agentes investigaron durante meses a familiares y amistades de "Loly", sin éxito. Después, con algo más de constancia, estudiaron a otro círculo de personas, donde estaba el hoy procesado. Su detención sorprendió a todos en el barrio de El Coromoto.