Faltando seis minutos para el final del partido que disputó el Tenerife el 10 de mayo de 2015 en los Campos del Sport de El Sardinero, Raúl Agné ordenó un último cambio en el intento desesperado de evitar la derrota de los blanquiazules. Optó por sacar del campo a un lateral, a Javi Moyano, y potenciar el juego ofensivo del equipo con Omar Perdomo. Ese día, hace justo un año, el grancanario debutó en una categoría profesional y con el primer equipo tinerfeño.

Fichado en el mercado de enero anterior para reforzar al filial, procedente del Estrella (Tercera División), no tardó en empezar a entrenarse con el Tenerife de Segunda División A. Y tampoco vio pasar mucho tiempo hasta que entró en una convocatoria. Con el dorsal 38, se sentó en el banquillo por primera vez el 19 de abril, coincidiendo con la visita del Llagostera al Heliodoro. Luego repitió en el campo del Real Mallorca y, dos jornadas más tarde, dio el paso definitivo al salir al césped.

Después de su estreno en Santander, el extremo grancanario intervino en cuatro encuentros más de la Liga 14/15, justo en una fase en la que el Tenerife necesitaba sumar para evitar el descenso. De esta manera, fue suplente en el estadio del Sabadell y titular en los choques con el Sporting, Betis y Numancia. Perdomo ya había demostrado que podía ser válido.

Y su entrenador, Raúl Agné, pensó lo mismo, pues contó con su presencia en el nuevo plantel. De su valoración sobre las condiciones del canterano se extrae la conclusión de que no tuvo dudas en el momento de apostar por él: "Es un jugador que tiene un punto de madurez por delante de los demás. Además, es un muchacho muy sencillo y humilde, y tiene mucha hambre. Aparte de eso, escucha mucho y aprende rápido".

El responsable de su incorporación al Tenerife, Juan José Rivero, también destaca la madurez de un jugador que se unió al club con 21 años, tras pasar por varios equipos de su Isla natal (Las Palmas, Universidad, Unión Viera y Estrella) y de probar en las categorías de formación del Atlético de Madrid. "Son chicos que se dan cuenta de que cada vez les quedan menos posibilidades de alcanzar el mundo profesional y saben que quizás tienen la última oportunidad", explica el director del área de fútbol base del Tenerife. "Luego, ellos maduran y, de paso, nosotros llegamos en su mejor momento como jugadores".

En el caso particular de Omar, Rivero recuerda que se trata de un futbolista que no era ningún desconocido para el Tenerife. "Le estuvimos haciendo un seguimiento y, cuando regresó de Madrid para fichar por el Estrella, surgió la posibilidad de traerlo en diciembre, porque teníamos un hueco en el filial y, a su vez, considerábamos que podía ser un valor de futuro".

Un año después de su estreno en Santander, Omar ha añadido 33 partidos más a los cinco de la campaña pasada; uno de Copa y 32 de Liga. Además, en la 2015/2016 ha aportado cinco goles.