El acusado de matar a su vecina en el Camino La Villa, en La Laguna, el 1 de enero de 2013, Gilberto Manuel González, reconoció ayer los hechos y aseguró que el motivo del homicidio fue que quería evitar que la víctima contara a su familia su adicción esporádica a la cocaína y al alcohol, que previamente él mismo le había relatado.

Al confesar la autoría del homicidio de Elvira Tomasa Álvarez García, conocida por "Loly", el juicio con jurado, previsto para 4 días, se redujo solo a la jornada de ayer. Y, además, la fiscal; el abogado de la acusación particular, José María Niederleytner, y el letrado de la defensa, Sergio Arbelo, llegaron a un acuerdo para que la petición de pena se quedara en 10 años de cárcel. El dato más importante de ayer fue el supuesto móvil. El procesado aseguró que, a mediodía del 1 de enero del 2013, acababa de consumir cocaína y alcohol. Se cruzó con "Loly" en la calle. Y después empezó a pensar que Elvira podía haber intuido tales adicciones. Señaló que trató de hablar con ella para decirle lo que le ocurría con ambas drogas y que no se lo contara a su familia. Una vez que Gilberto le relató lo que le ocurría, "Loly" trató de llamar a la abuela del joven y este se lo impidió. Como quiera que la mujer empezó a gritar, Gilberto le tapó la boca y la nariz el tiempo suficiente para acabar con su vida. El abogado defensor explicó que ese comportamiento se debió a la educación recibida de su familia por el acusado. Durante un año y ocho meses, la Policía Nacional investigó el asunto. Hasta que finalmente los agentes tuvieron las pruebas suficientes de que Gilberto era el autor y procedieron a su arresto.

Ya entonces, los análisis realizados en el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Canarias habían demostrado que el ADN de Gilberto coincidía plenamente con el que se halló en dos colillas (aparecidas en la taza del baño y un cenicero de la cocina), así como en las uñas de Elvira Tomasa. Los agentes tomaron muestras genéticas a su madre y, por las pruebas practicadas, el autor era un varón familiar directo de la misma. El padre de dicha mujer estaba fallecido cuando ocurrió el hecho y el hijo menor quedó descartado, pues su ADN no coincidía con el de las colillas y las uñas. La implicación de Gilberto parecía clara. Poco antes de entrar en Tenerife II, según su abogado, su padre le preguntó: "¿Cómo estás hijo?" Y su respuesta fue: "¡Padre, mejor que antes!".

Culpable por decisión unánime del Jurado

El Jurado declaró a Gilberto culpable por unanimidad por la gravedad de los hechos cometidos y porque, durante 20 meses (hasta que fue detenido), no confesó el homicidio. Bajo la Presidencia del magistrado Joaquín Astor Landete, el Jurado también rechazó dos propuestas de la Defensa para anular la pena de cárcel y el indulto. Astor agradeció la colaboración del acusado, le dijo que en la condena "no se acaba la vida" y le aconsejó buen comportamiento en prisión.