Sara Ortiz (Narbonne, Francia) forma parte, junto a Albert Moncunill y Alex Riquelme, de la compañía Vol''e Temps. Tras su paso por la escuela de Circo y Teatro de Granada, sus componentes decidieron crear el espectáculo "Mundos de papel", una fusión de portes acrobáticos, malabares con pelotas de ping-pong, cuerda floja y teatro gestual como recursos al servicio de una historia. Mañana saltarán a la pista del Festival Mueca dispuestos a demostrar que "en el escenario todo se puede hacer".

¿Con qué objetivo surge en 2012 la compañía Vol''e Temps?

La compañía nace después de acabar la formación de dos años y medio en la escuela de Circo y Teatro de Granada (CAU). Desde el inicio sabíamos que queríamos montar un espectáculo juntos y trabajar con él. Al inicio en la calle y después del trabajo de creación, con nuestro director Anthony Mathieu (Francia), en festivales. Poco a poco, fuimos entrando en circuitos y nos acercamos a los teatros. Creo que al principio fue más una cuestión de afinidad, ganas de crear y vivir la experiencia juntos.

¿Cómo surge la idea del espectáculo "Mundos de papel"?

Tuvimos un proceso de creación en varias partes. Después de trabajar en la calle con un espectáculo que montamos solos en 2012, decidimos trabajar con un director y crear uno de gran formato. Hicimos una primera fase de creación y residencia y de ahí nació "Del otro lado". Después de un tiempo, quisimos hacer otra fase de creación. Con esta versión, ganamos el concurso del Festival Sul Filo del Circo (Organizado por la Escuela La Vertigo en colaboración con el Festival Mirrabilia) en Turín. El premio era una coproducción para retrabajar el espectáculo. Decidimos trabajar con un compositor para crear la banda sonora original del espectáculo, lo que implicaba un cambio, un desarrollo de personajes. El espectáculo "Mundos de papel" se estrenó en 2014.

¿Por qué el público no debe perderse su espectáculo en el Festival Mueca?

"Mundos de papel" te hará reír, soñar, te dará adrenalina con las acrobacias y te permitirá durante una hora desconectar de lo cotidiano, pasar un buen rato y entrar en un mundo lleno de poesía, donde todo es posible y cada personaje queda unido a las páginas de un libro desde donde están escritos sus gestos y movimientos. Equilibrios imposibles, sketches de danza y teatralidad se dan la mano.

Definen al espectáculo como "nada es lo que parece y todo parece lo que es"...

El juego dramático que hemos desarrollado en "Mundos de papel" está entre la realidad y el sueño o, mejor dicho, la imaginación de un personaje. Todo sale de la mente de un hombre. El público no sabe si es realidad o fruto de la mente del personaje.

Se definen como artistas callejeros. En los tiempos que corren para la cultura tiene que ser muy complicado buscarse la vida como artista de circo.

Elegir el circo como trabajo no es del todo fácil y, en concreto, en España quizás más que en otros países europeos. Este trabajo no da la seguridad que podría darte otro tipo de empleo, no hay un sueldo fijo.Trabajar en la calle puede ir muy bien un día y el siguiente muy mal, por factores externos como el tiempo, el lugar, el número de afluencia de personas, los permisos y ordenanzas de cada ciudad... En cambio, trabajar en festivales de circo, teatros y salas, con una estructura más formal, te da más seguridad económica, pero somos muchas compañías y pocos espacios escénicos, con insuficientes apoyos institucionales y cada vez más bajos presupuestos para la cultura, por no hablar del IVA cultural del 21% que tanto afecta al sector.

¿Cree que el circo ha perdido el prestigio del que gozó durante siglos y ahora solo se relaciona con polémicas como los espectáculos con animales?

Sí, y es una pena. Perdió en el pasado. Tenemos el ejemplo de otros países europeos como Francia, en los que el circo está totalmente reconocido y apoyado por el público e institucionalmente recibe subvenciones, ayudas en formación en escuelas, titulaciones reconocidas, ayudas para compañías noveles, estatuto de artista, etcétera. Así que nos queda camino por recorrer para que la sociedad cambie su visión del circo y el nuevo circo, el contemporáneo, sea valorado. Hay gran cantidad de compañías en todo el territorio estatal para demostrar que el circo ha cambiado.

¿Hacia dónde cree que debe caminar el circo español?

El circo español tiene que seguir luchando para ser igual de reconocido que el teatro y la danza al nivel de las instituciones y las asociaciones. La Asociación de Circo de Andalucía, ACA, o la APCC en Cataluña lo tienen como sus primeros objetivos. Pero aún falta educar a la gente para que vean el nuevo circo. Por eso hace falta presupuesto para la cultura y poder programar circo por diferentes lugares y las escuelas son, por supuesto, muy necesarias.

¿Considera que la experimentación y la innovación tienen adeptos entre los profesionales españoles?

Estamos en un punto, después del circo tradicional, en el que tenemos que innovar y experimentar, mezclar las disciplinas, las técnicas, los recursos, buscar fórmulas nuevas, irse a otros campos tales como el teatro, la danza, la música o la pintura. En el escenario todo se puede hacer o, por lo menos, todo se tendría que poder hacer. Hay una infinidad de posibilidades de creación. Y creo que así, poco a poco, serán más los adeptos de este nuevo circo.