Las obligaciones legales de estabilidad presupuestaria han propiciado un continuo descenso de la deuda de los ayuntamientos españoles en los últimos cuatro años. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda, referidos al cierre de 2015, revelan que esta amortización de los créditos municipales ha continuado y que Canarias no ha sido una excepción al respecto. El 95% de las corporaciones locales de las Islas finalizaron el último ejercicio con una deuda inferior -o al menos igual- a la de 2014.

Este porcentaje supone que 78 municipios canarios mantuvieron la buena senda: 57 recortaron su endeudamiento y 21 lo mantuvieron estable. En este último caso cabe destacar que la inmensa mayoría -veinte ayuntamientos- tiene su deuda a cero. Las corporaciones que se desviaron en este último año fueron solo cuatro: Candelaria, Arico y San Juan de la Rambla, en Tenerife, y San Bartolomé, en Lanzarote.

Las dos capitales presentan un comportamiento desigual. Las Palmas de Gran Canaria ha llevado a cabo un considerable esfuerzo de desapalancamiento al pasar su deuda de 107,8 a 62,9 millones de euros. Este proceso le ha permitido situarse en cifras inferiores a las de Santa Cruz de Tenerife pese a que en 2014 esta acumulaba créditos y préstamos por pagar inferiores en casi 20 millones a los de Las Palmas -87,8 millones de euros-. La evolución de la capital de la provincia occidental ha sido mucho más tímida en estos doce meses, hasta tal punto que podría hablarse de una estabilización: su deuda se cifraba a finales de 2015 en 87,6 millones.

También es cierto que la labor acometida por Las Palmas de Gran Canaria en 2015 la había desarrollado ya Santa Cruz de Tenerife en ejercicios anteriores. Así, en 2012 -año en que se aprobó la Ley de Estabilidad Presupuestaria-, la primera de estas ciudades sumaba una deuda de 124,1 millones, mientras que la segunda acumulaba 134,8 millones.

La cantidad adeudada por el conjunto de los consistorios del Archipiélago como consecuencia de los créditos y préstamos no saldados asciende, según el último dato del Ministerio de Hacienda, a 653 millones de euros, 144 millones que un año atrás, cuando se situaba en 797 millones de euros. En 2012, el pasivo global de los ayuntamientos canarios era de 1.020,3 millones de euros.

La deuda municipal ha caído un 17,7% en España desde la entrada en vigor de la ley que fijó los principios por los que debían regirse las finanzas de las administraciones públicas. De los 35.290 millones que sumaba en 2012 ha pasado a 29.024,6 millones al cierre de 2015. En este recorte del apalancamiento, los ayuntamientos de Canarias han sido alumnos aventajados, dado que, en su conjunto, han sido los que han reducido su pasivo en mayor medida. Lo han hecho en más de un tercio de lo que suponía hace cuatro ejercicios -un 35,9%, en concreto-, de manera que el montante de 1.020,3 millones que sumaban entonces entre todos los consistorios ha adelgazado hasta quedarse en 653 millones.