Han pasado varios meses y Henry Sicilia ya no es tan pesimista con el futuro del plátano canario. El hasta hace poco presidente de la asociación de agricultores de Canarias (Asaja) ha cambiado ese cargo por el mismo en Asprocan y hasta anuncia que pretenden entrar en un mercado como el portugués y en ciudades europeas claves, como Londres, si bien no deja de advertir sobre el creciente descreste de aranceles y sobre amenazas como el tratado de libre comercio entre la UE y EEUU.

Parece que no le cansan este tipo de cargos: deja de presidir Asaja para hacerlo en Asprocan...

Bueno, cuando te dedicas a esto de la representatividad, parece que has de seguir haciéndolo...

¿Sentía que se le había acabado su etapa en Asaja?

Sí, creo que lo que no hay que hacer es institucionalizarse. De hecho, creo que ahí estuve más tiempo del que debía...

¿Qué sería un plazo razonable para usted en cargos así?

Dos mandatos, 8 años.

¿Lo extendería al resto de cargos, a los públicos, por ejemplo?

Sí, creo que es bueno rotar y cambiar. Lo que ha pasado es que, al dejar Asaja, mis compañeros de asociación me pidieron que aprovechara esa experiencia para presidir Asprocan.

¿Nunca tuvo dudas sobre el o se lo planteó a fondo?

Lo hablé con la familia y, bueno, al final también tienes un poco de responsabilidad con estas cosas, sabes de qué va esto y lo importante que es la asociación y la influencia que puede tener en los agricultores la gestión. Esa es una tarea que alguien debe hacer, sin duda, y estaba dispuesto.

Pero, ¿tiene la sensación de salir de Guatemala y entrar en Guatepeor por la situación actual del plátano y los riesgos existentes?

El plátano supone el 50% de las producciones agrícolas canarias y es casi un sector. Y hay otra condición que ha declinado mi decisión: que el plátano, al igual que otros productos, está ya dentro del Posei y en Bruselas ya no hablas solo de él, sino de todo el programa de productos de las Islas. Es verdad que el plátano tuvo un tratamiento específico hasta ahora en Europa, pero ahora hay que dominar el Posei al ir a hablar a Bruselas, y eso lo sé, como el REA y el funcionamiento de la UE.

Hace unos meses, lanzó en este periódico un claro SOS en favor del plátano: ¿le han escuchado? ¿Ha cambiado algo? ¿Es más optimista ahora o no?

Es verdad que estamos en un momento complicado de comercialización, pero hay que decir que el volumen de fruta lo estamos vendiendo. Colocar, en el mismo periodo de 2015, 28 millones más de kilos en el mercado y venderlos lo hemos hecho nosotros los plataneros, no ha venido ningún guiri. Lógicamente, ante este oferta, los precios se ven tocados. Debemos seguir avanzando en comercialización para estar mejor preparados para estos momentos.

Pero, ¿es optimista para las próximos meses, años...?

Sí, totalmente. Hemos tenido reuniones y nos planteamos llegar a mercados exteriores nuevos...

¿Como cuáles?

Portugal, aunque hay que estudiarlo porque tampoco se trata de intentar conquistar el mundo. Tenemos que buscar mercados que sean rentables, con volúmenes y sin perder de vista que estamos en un periodo de excedentes, ya que hay que atender a los mercados las 52 semanas del año, no esporádicamente. No se pueden atender con excedentes, sino todo el año, con lo que hay que hacerlo con prudencia y sin abandonar nunca tu mercado tradicional porque la banana está como loca por entrar. También ha sucedido que, al tener tanto volumen, las grandes cadenas de distribución bajan los precios al consumidor y eso ayuda a vender más y hemos ido desplazando a la banana, que nos había ganado cierto terreno en la Península.

¿Aquí no?

No, en Península tenemos un 75% de cuota de mercado.

¿Cuál fue la cuota más alta?

Llegamos a tener mercado exclusivo, pero una de las monedas de cambio de entrar en Europa era renunciar a esa exclusividad. El porcentaje fue bajando hasta el 64% y ahora se ha vuelto a recuperar hasta ese 75, que es un dato muy importante.

Aparte de Portugal, ¿qué otros nuevos mercados buscarán?

Hay que estudiarlo, pero, más que países, pretendemos entrar y vender plátanos en ciudades europeas claves, como Londres, con algún cadena, no en Inglaterra entera.

Pero Portugal sí...

Sí, porque es consumidor netamente de banana...

Y se llegaría antes, incluso bajando desde Galicia...

Claro, pero esto tenemos que hacerlo de la mano de nuestros compañeros de viaje los portugueses, que venden 18 millones de kilos que producen en Madeira en ese mercado. Tenemos que llegar a un entendimiento con ellos porque no queremos desplazarlos, sino a la banana.

¿Cuánto suponen en porcentaje esos 18 millones, qué margen tienen ustedes para entrar...?

Muchísimo, porque la gran mayoría de lo que va a Portugal es banana, aparte de que las producciones en Madeira son estacionales, con picos altos y luego nada. Por tanto, el resto del año hay mucha banana.

Menciona a Madeira y han surgido dudas sobre el mantenimiento de la ultraperificidad de esa isla y Canarias por la postura de Francia, ¿cómo lo ve?

Ya tuvimos una reunión con los franceses y no es que Francia quiera diferenciarse de las RUP...

Pues así se ha dicho hasta en el Parlamento canario...

Sí, se ha dicho, pero nos han indicado que no es así de forma directa, sino que fue la Comisión de la Competencia la que ha intentado introducir una variante, aunque no aplicable en el régimen agrícola. Se trata de un reglamento sobre la excepción de categoría que establece que la industria no puede recibir más de un 17% de ayudas de su facturación. Esto se ha negociado, en el caso de Canarias se ha llegado a un 30%, que cubre a todas, y sí limita algunas producciones de las RUP de los franceses, pues necesitan más margen. Por eso, la Comisión introdujo el parámetro de más de 4.000 kilómetros de distancia, pero se dijo que no y que no habrá unas RUP "a" y otras "b". Queremos mantener la línea de trabajo y cómo hemos funcionado estos 25 años. En principio, se trabaja en eliminar ese parámetro.

Es decir, que no teme por esa diferenciación entre las distintas regiones RUP...

No, creo que al revés, que las RUP se están reforzando, lo que pasa es que coincidió con que se estaban jubilando tres funcionarios y parecía que se desmontaban. Pero se está sustituyendo esos puestos y hasta se ha designado a un director general más para tener más contactos con las RUP.

¿Y qué piensa del tratado de libre comercio que negocia la UE con EEUU, que el PP ve como una gran oportunidad pero ya discute el Gobierno francés y otros?

Nosotros vemos con mucha preocupación todos estos acuerdos de liberalización. Nos hemos sentido un poco moneda de cambios en estas aperturas de mercados y, claro, abrir así EEUU es delicado para nosotros porque, al final, vendrán para acá más bananas con descrestes arancelarios para que entren. Además, hay grandes empresas europeas en esos países. Por eso, intentamos trasladar a los europarlamentarios que, si somos moneda de cambio, tengamos alguna compensación...

¿Cree que lo lograrán?

Sí, estamos trabajando para eso, ya que no vamos a poder parar el tratado en sí.

¿Qué le parece el optimismo del PP sobre ese acuerdo?

Pero todo depende del contenido, de cómo quede el acuerdo. Nosotros tenemos que vender plátanos y si entra más banana, pues se nos dificulta todo más. Si hay aranceles más bajos, pagaremos las consecuencias: seguro.

¿Hay muchos riesgos en la negociación del Posei para el plátano y otros productos canarios o pueden entrar incluso más?

Esto va de 7 en 7 años y la próxima negociación es en 2020...

Pero ya se trabaja, y mucho, en eso y el Gobierno está en ello...

Sí, y hay estudios encargados sobre el impacto del Posei, sobre cómo ha funcionado.

Para Asprocan, ¿qué resultado ha tenido?

Para nosotros, ha sido satisfactorio y prueba de eso es que la producción se ha mantenido...

Y en algunas zonas, aumentado, al recuperarse fincas de plataneras como en el Valle de La Orotava y, sobre todo, en El Rincón...

Sí, pero son crecimientos puntuales por razones climatológicas, ya que, si se ven periodos de 5 años, estamos estables en torno a 350 millones de kilos. Es verdad que se están dando algunas concentraciones de producciones para hacer más viables las explotaciones y, a lo mejor, cada año desaparecen 50 o 60 productores, pero la superficie y la producción sigue ahí y esto es muy importante para tener la cuota de mercado que tenemos y mantenerla.

A largo plazo, ¿no es un riesgo la concentración?

No, es una necesidad del subsector por la globalización y la competencia. No significa que haya un único dueño, pues se puede compartir la propiedad.

¿Cree que entrarán nuevos productos canarios en el Posei?

Para eso se necesitan más recursos y lo veo difícil porque uno de los grandes retos en 2020 es precisamente mantener la ficha financiera que hemos tenido hasta ahora. Es verdad que tengo conocimiento de que el Gobierno de Canarias está introduciendo nuevos productos y esa es una oportunidad que el subsector platanero está intentando aprovechar pues desde Canarias sale una media de 400 unidades frigoríficas semanales, que son casi 8 millones de kilos todas las semanas a la Península en contenedores congelados. Esa logística hay que aprovecharla y, de hecho, se hace para que vayan aguacates, papayas... Debemos aprovechar más esos volúmenes de los plataneros y ponerlos a disposición de todo el sector agrario y empezar a promoverlo.

De todos modos, sí se le nota más optimista que hace unos meses...

A ver, el plátano siempre está en riesgo porque el descreste arancelario está establecido y, en 2017, estaremos en 114 el arancel multilateral y en 96 el preferencial, cuando empezó en 148 euros, con lo que se va facilitando la entrada de banana. Encima, está el problema de las producciones africanas, que cada vez crecen más y ahí no hay aranceles, ni contingente o cupos para entrar en Europa.

Pero tampoco se puede fijar precios y ha quedado bien claro...

Claro, el Tribunal de la Competencia no lo permite, pues hay libre mercado y, por eso, estamos trabajando en seguir haciendo marca con el plátano de Canarias, invirtiendo en publicidad, en diferenciarnos con la calidad y siendo respetuosos con el medio ambiente. Esto es lo que nos permite mantener la cuota de mercado. El futuro pasa por apostar por esto. Por ejemplo, una de las mayores vinculaciones entre Andalucía y Canarias es el plátano, pues por sus puertos entra el 70% de las producciones de las Islas y se quedan 63 millones de kilos de plátanos, que es un 18% de lo que producimos. Además, con la característica de que el plátano necesita unas cámaras de maduración que están en Andalucía. Por tanto, tenemos una base importante y necesitamos mantener la unidad y seguir reforzando la marca.

¿Se está avanzando tanto como dice el Gobierno en la introducción de los productos canarios en los hoteles isleños o no tanto?

Siempre con las reservas de no generalizar, sería deseable una mayor presencia del plátano ahí.

¿No existe la sensación de que se ha diluido el entusiasmo de los primeros meses del Gobierno por el cambio en las formas y por las reuniones celebradas?

Se ha ido llegando a algunos acuerdos y se está avanzando, pero vamos a buscar una vinculación mayor. De hecho, y como el plátano es característico de Canarias, queremos llegar a un acuerdo con el sector turístico para hacer una promoción en Península con nuestro plátano...

Pero eso ya se ha hecho...

Se ha vinculado, pero no se ha aprovechado mucho y es una gran oportunidad que tienen los dos sectores para trabajar juntos, por ejemplo, antes del verano, que es cuando más peninsulares vienen. Seguramente, se puede y debemos hacer una campaña de sol, playa y plátanos. Y esto debe ir acompañado de una mayor presencia de plátanos en los hoteles y en la restauración, porque la realidad es que vas a muchos restaurantes y de postre no hay plátanos; casi todo lo que hay es papaya. Es curioso: es una oportunidad que no se aprovecha.

¿No hacen autocrítica, no han tenido parte de culpa en no introducir más el productos en los hoteles y restaurantes isleños?

A ver, se vende mucha fruta, pero la decisión para tenerlos en los bufetes debe venir de la hostelería.

15.000 empleos actuales

El subsector platanero canario mantiene ahora unos 15.000 empleos y destaca por su estabilidad en este ámbito, según Sicilia. Asprocan cuenta con unos 8.300 inscritos, 9.200 hectáreas plantadas y una masa salarial anual de 148 millones de euros en Canarias en virtud de un estudio de la ULL. "Además, aportamos 133 millones a otras actividades económicas de las Islas y la clave pasa por la estabilidad laboral en materiales de cultivo, abonos, agua... Por nuestro papel, el transporte a Canarias de productos cuesta un 10% menos; por ejemplo, los colchones cuestan un 4% menos".

Su reto, la continuidad

Sicilia recalca que su gran objetivo es mantener lo que tiene ahora el subsector platanero y, en la medida de lo posible, ampliarlo con nuevos mercados como el portugués o londinense. Para ello, considera clave una buena interlocución con la UE y el Gobierno español, "quede como quede, si puro o mezclado. Hay que introducir las ayudas al transporte con un real decreto que permita al plátano entrar en el anexo 1 para ponernos en el continente, no con grandes cantidades y siempre respetando las fichas de otros productos. Por eso, se necesita un fondo aparte para el plátano, que aún no hemos logrado".

La publicidad como clave

En su opinión, una de las claves pasa por la publicidad. En la actualidad, Asprocan dedica 4 millones de euros a este ámbito y lo hace con aportaciones directas de los agricultores. Por eso, quiere buscar un equilibrio entre los ingresos y estos gastos para lograr la mayor eficiencia posible. De ahí que hayan apostado por anuncios dirigidos a niños y padres, emulando la de El libro de la selva. "Siempre lo ponemos en manos de profesionales y organizamos un concurso de ideas: esta ha sido otra de las grandes herramientas para nuestra cuota".

Más ciudades potenciales

Siempre desde la prudencia, y más allá de Portugal o Londres, cree que pueden ir entrando en otras ciudades europeas y tiene en mente Bruselas, entre otras cosas por ser la capital administrativa de la UE y por el impacto que tendrían allí los plátanos canarios entre tanto parlamentario, funcionario y político que va y viene, con la consiguiente repercusión posible en otros países. "Así nos conocerán y nos consumirán más mediante alguna cadena, sirviendo plátanos e los catering con políticos y donde se toman decisiones, para que vean el nombre y el logo". Preguntado por otras capitales, como Berlín o París, dice que deben estudiarlo y decidirlo mediante una comisión de expertos".