Mueca 2016 deja tras de sí toda la potencia del arte, del arte llevado a pie de calle, a cielo abierto. Otra vez en el Puerto de la Cruz, ciudad que ha sabido construir esta importante muestra desde sus propias entrañas, apostando por una gestión mancomunada en la que tanta importancia tienen la implicación institucional y el apoyo empresarial como la pasión y la entrega de un grupo de ciudadanos que habla de este Festival Internacional de Arte en la Calle en primera persona: nuestro Mueca.

Este año la fórmula volvió a resultar exitosa. Un pueblo y sus calles abiertos a la visita de miles de personas (la organización cifra en 75.000 el número de visitantes de este año desde los primeros actos del pasado jueves hasta el mediodía de ayer), que prácticamente abarrotaron cada una de las actividades programadas. Los grandes escenarios como los grandes corazones de Mueca, así como las numerosas arterias en la que desplegó su programación.

Malabares, acrobacias, música, circo, humor, batucadas... un perfecto compás que se traduce en sonrisas, alegría, pasión; jornadas de júbilo y cultura, de buen hacer y diversión. Siempre dentro de un orden en el que el esparcimiento vibrante no confronta con la tranquilidad y la mesura. En Mueca hay arte para todos, desde los más pequeños a los mayores. Y siempre con una visión global en la que tanto se cuida la calidad del espectáculo como la correcta gestión del impacto ambiental, en ese equilibrio necesario para la sostenibilidad de toda propuesta contemporánea. La convivencia de una ciudad con miles de visitantes a través de la cultura.

Mueca es compartir. Compartir el instante, con diversión, con risas, con asombro, el alma abierta hacia el arte y el espectáculo. Pero también es compartir experiencias, las que traen los artistas de más allá de nuestras fronteras: chilenos, suizos, belgas, franceses... que se expresan desde el escenario y con los que se puede dialogar por las calles durante los cuatro días de desarrollo del Festival. Cuatro días en los que una ciudad se hace arte.