Francisco Perera Molinero (Santa Cruz de Tenerife, 1959) une desde el pasado 22 de abril una nueva responsabilidad a su amplio currículum como presidente del Colegio de Dentistas de la provincia tinerfeña, miembro de la Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife, cónsul de Eslovaquia y médico estomatólogo con dedicación exclusiva a la ortodoncia. A finales de abril tomó el testigo de Ignacio González López, quien fue presidente del Círculo de Amistad XII de Enero durante 20 años, y durante 33 años miembro de las juntas directivas de El Recreo. Quico Perera, como se le conoce en la sociedad chicharrera, asume entre sus objetivos volver a atraer a la juventud al Círculo como una de sus prioridades.

¿Desde cuándo está vinculado al Círculo de Amistad?

Recuerdo el Círculo de toda la vida. Mi abuelo fue presidente en los años 60 y yo me vinculé más directamente con 10 años, con el equipo de judo, con entrenamientos casi diarios. Durante la carrera venía a la biblioteca a estudiar. Hasta el punto que empecé a salir con la que hoy es mi esposa en la discoteca de la segunda planta, allí se celebraban bailes los sábados por la tarde.

¿Esta es la primera vez que asume un cargo en la directiva?

Esta es la primera vez.

¿Cómo decidió dar el paso?

Hace un año y medio se presentaba en el Círculo un libro sobre la historia de mi abuelo, obra de un primo mío y un catedrático de la Universidad de La Laguna. Ese día, Ignacio González y Manolo Darias me abordaron y me dijeron que les gustaría que entrara en la junta. Un poco me sugirieron la posibilidad de tomar el relevo porque Ignacio González se iba. Me incorporo en la junta y voy haciéndome con el funcionamiento del Círculo...

Antes era socio.

Era socio propietario y punto. Venía a la sociedad en algunas ocasiones, alguna fiesta.

¿Cómo es el Círculo que se encuentra tras su elección?

Es una sociedad espectacular. Primero porque Ignacio, durante 20 años, la ha dejado en un nivel altísimo. Es la sociedad con mayor número de socios de la isla. Funciona perfectamente, porque está perfectamente engrasada. Yo estoy tomando poco a poco las riendas de la Presidencia. Me encuentro una sociedad en perfecto estado, sin problema ninguno.

¿Cuáles son sus objetivos?

El primer objetivo es mantener el nivel, que no es poco. Y después, se planteaba en la candidatura una serie de mejoras: la mejora de las instalaciones del club deportivo de Barranco Hondo y en la sede social mantener el nivel cultural, y pequeños cambios en las instalaciones que se dedican a deportes y algunas no tan pequeñas, más ambiciosas, como el de la terraza de la sociedad. Buscar la forma de cerrarla y promover más actividades en una terraza que yo recuerdo que era muy activa cuando era joven. Por las circunstancias de la juventud, que tiene otras demandas, se ha ido quedando casi vacía. De hecho, los bailes de Carnaval ya no se celebran en la terraza.

También la normativa impedirá celebrar actos.

La normativa afecta, por problemas de ruidos y las molestias a los vecinos. Remitiéndonos a carnavales, se ha dado el caso que trayendo a un disyóquey de primera categoría, se ha ido prácticamente sin pinchar un disco, porque el Carnaval ahora está en la calle. Uno de los retos es volver a atraer a la juventud, y hay que buscar la fórmula; no es fácil.

¿Los jóvenes se sienten identificados con el Círculo a través de sus familias?

Creo que sí se sienten identificados, aunque habrá de todo porque estamos hablando de 8.500 socios y 25.000 personas que transitan por la sociedad. Una de las formas de vincular a la sociedad es el deporte, por mi experiencia. La sociedad del sur la conozco menos y quiero empezar a ir más. Hay muchos estudiantes que vienen aquí a preparar sus exámenes. Habría que ver de qué forma se vincula esa sociedad no por estudios, sino por temas de ocio, que es lo que nos falla. La juventud de hoy tiene otras libertades y otras prioridades. La sociedad ha cambiado muchísimo.

¿Pertenecer hoy en día a la sociedad como el Círculo es un anacronismo?

Por mis circunstancias familiares, soy socio de las tres sociedades de Santa Cruz: del Círculo, del Casino y del Real Club Náutico.

¿Qué peso tiene el Círculo en el seno de la sociedad chicharrera?

Tiene un peso grande. Es una sociedad popular y tiene muchos socios. El Carnaval está vinculadísimo, y es algo fundamental en Santa Cruz. Los bailes de magos se comenzaron a hacer aquí. Cuando era joven, el baile de magos era aquí (el Círculo), en la calle no había nada. El peso específico del Círculo en Santa Cruz es muy grande, a nivel cultural, social, deportivo, lúdico, festivo...

¿Qué le hace falta al Círculo?

Le falta que su presidente se ponga en contacto con las diferentes secciones. Uno de los objetivos es subir y reunirme con los estudiantes a preguntarles qué es lo que ellos echan de menos y así hacerlo con todas las secciones. Todo el mundo quiere hacer el Círculo a su medida; eso es inevitable y no está mal que sea así. Vamos a intentar asumir esas sugerencias que beneficien a la totalidad o a la mayor parte de los socios. Tengo que tomar conciencia de las carencias, si es que las tiene.

¿Por qué asumió el reto de asumir la presidencia: por un tema nostálgico por su abuelo, presidente, por un compromiso social?

De todo un poco. Los argumentos que emplearon las personas para convencerme utilizaban la tradición familiar: mi abuelo fue un presidente que es bien recordado aquí. Después, el cariño que tengo por la sociedad y el reto de presidir una sociedad como esta. Tengo otros cargos, pero una sociedad de este calibre no la había presidido. Fue el reto que me pusieron delante y decidí asumirlo por un tema social, más que otra cosa.

¿Cómo será recordado su antecesor, Ignacio González?

Será recordado como el mejor o uno de los mejores presidentes que ha tenido el Círculo. Y sin duda el que más años ha tenido la presidencia, con 20 años y 33 como directivo, no creo que nadie haya igualado esa permanencia. Por la ampliación de esta sede y las mejoras conseguidas. Nos ha puesto el listón muy alto, y por eso mantener el listón es un reto, y si lo mejoramos, mejor. Nacho es el mejor presidente que ha tenido esta sociedad.

¿Necesita abrirse el Círculo a la sociedad?

Creo que está suficientemente abierto a la sociedad. No lo veo eso como un objetivo. Apuesto por mantener el contacto que tenemos. Aquí se hacen muchísimas actividades de entrada libre. Creo que es una sociedad, sin duda, abierta.