Que las siete derrotas con las que finalizó la temporada 13-14 para el Tenerife lastraron el inicio del siguiente curso es un hecho que no puede negar absolutamente nadie. Los blanquiazules, bien situados hasta para pelear por el ascenso directo en la jornada 35, no volvieron a sumar un punto y tiraron por la borda una oportunidad histórica. La credibilidad de entrenador y jugadores se vio tan reducida que, desde la pretemporada siguiente, las dudas acabaron matando la esperanza.

"Fue una temporada maravillosa, en la que disfrutamos de momentos muy buenos. De lo mejor que he vivido en el fútbol, por esa forma de jugar y esa superioridad que sentíamos", relata Aitor Sanz, que aún no se explica lo que pudo suceder. "La gente no creía mucho en nosotros luego y nosotros hubo un momento que tampoco. No queremos volver a pasar por eso", agrega. Por eso, reconoce que es algo que ya ha comentado con sus compañeros: "Es uno de los objetivos y lo hemos hablado en el vestuario". La razón es evidente y al mediocentro madrileño le vale la experiencia anterior. Sabe que "acabar con malas sensaciones es un lastre para el año siguiente".

La solución pasa por "ganar el sábado" y "apurar las opciones de play-off hasta que matemáticamente sea posible". Aitor recuerda además que "esta temporada no da igual quedar séptimo que décimo" y espera "seguir compitiendo al máximo nivel" si el equipo ya no puede alcanzar a los seis primeros. "Posiblemente estamos perdiendo una oportunidad de engancharnos y vivir algo muy bonito", lamentó.

Su opinión la comparte otro peso pesado del vestuario: Raúl Cámara. "Evidentemente, de los errores se aprende y no queremos que se repita aquello", admite el lateral, que recuerda aquel tramo como especialmente injusto porque el equipo "intentó ganar todos los partidos y en muchos mereció más". Pero no sumó un solo punto y en la pretemporada cargaron con "esas sensaciones pesimistas en el entorno", algo que "pesó mucho" en el arranque de la competición. El llamado "efecto Cervera" provocó críticas crecientes hacia el técnico y una crispación que duró poco más de una vuelta. El zaguero blanquiazul no quiere ni oír hablar de una reedición de aquello y señala el camino: "Acabar en la misma dinámica nos haría pensar que hay una buena base y que vamos bien".