El partido de la temporada. Así definió ayer Toni Ayala el encuentro que se jugará esta tarde (19:00) en el campo La Hoya del Pozo entre el Granadilla Egatesa y el Oviedo Moderno. La trascendencia se concentra en la oportunidad que se le presenta al equipo tinerfeño de asegurarse su participación en la Copa de la Reina a falta de tres jornadas para que acabe la Liga.

Para ello, las blanquiazules necesitan imponerse a un adversario que no tiene ninguna opción de evitar el descenso a Segunda División y que el Rayo Vallecano no derrote mañana en su campo al Espanyol. En ese caso, el margen para que el Egatesa se asegure su presencia entre los ocho primeros clasificados será, como mínimo, de 9 puntos, que son los mismos que quedarán en juego. Si se produce un empate a puntos al final del campeonato, las tinerfeñas superarán en la tabla al Rayo por el golaverage particular.

Hay otro equipo que, como el de Vallecas, está a siete puntos del Granadilla. Se trata del Transportes Alcaine, pero el club de Zaragoza ya disputó su partido de la jornada número 28, en el que perdió ante la Real Sociedad en Zubieta.

Con todo esto, la victoria del Egatesa frente al Oviedo Moderno podría ser definitiva en su intento de cerrar el curso entre los ocho primeros clasificados y participar en la Copa de la Reina. La conveniencia de vencer al penúltimo resulta más evidente por el exigente tramo final de temporada que le aguarda al equipo tinerfeño, pues le tocará enfrentarse a tres adversarios que lo superan en la tabla, el Valencia (el 29 de mayo en La Salud), el Levante y el Athletic, que podría llegar a la fecha definitiva jugándose el título en la Isla.

Toni Ayala ha podido preparar la cita de esta tarde sin contratiempos ni bajas que le obliguen a modificar sus planes. Es más, el técnico recupera a las hermanas Natalia y Noelia, que regresaron esta semana a casa después de participar en Bielorrusia en el campeonato de Europa sub''17, en el que lograron la medalla de plata.

Además, el Granadilla recibirá al Oviedo con el aval de tres victorias seguidas como local y la racha de toda una vuelta sin perder en campo propio. Su último tropiezo como anfitrión se produjo el 6 de diciembre, día en el que cayó frente al Atlético de Madrid, su último rival en Liga (5-0 en la Ciudad Deportiva rojiblanca).

Enfrente tendrá hoy a un oponente que lleva solo dos victorias (la última, el 14 de noviembre) y que es el que menos goles ha marcado (21). Pese a estar ya descendidas, las asturianas fueron capaces de empatar cuatro de sus siete encuentros más recientes.