La tasa de donación por millón de habitantes aumentó en Canarias del 35,5 de 2004 al 41,4 en 2015, casi seis puntos, una cifra que el coordinador de Trasplantes regional, Vicente Peña, considera positiva.

El pasado año hubo 87 donantes de órganos, 16 más que en 2014. Sin embargo, esos 87 no alcanzan a los 90 o 93 de 2007 y 2008, según las cifras publicadas por el Instituto Canario de Estadística (Istac).

Peña aclara que "no existe una explicación simple asociada a un solo factor" en la caída de las donaciones. Recuerda que se tienen que dar varias circunstancias para que una persona done órganos: que haya muertos, que fallezcan sanos y que la familia quiera donar.

La voluntad familiar es un factor importante y que no se correlaciona, como se pudiera pensar, con valores religiosos o culturales. Peña explica que cuando pierden a una persona sana de forma repentina, algunas familias entran en estado de "shock" y no son capaces de tomar esa decisión. "Muchos se arrepienten después", añade.

"Un donante promedio regala 31 años de vida a las personas trasplantadas", afirma, para añadir que esta cifra es muy fría para describir lo que significa ese gesto altruista para las personas que reciben un órgano.

En total, en 2015, esos 87 donantes propiciaron que se produjeran 163 trasplantes de órganos y de tejidos. Las donaciones, detalla Peña, se pueden realizar en los cuatro hospitales de tercer nivel de Gran Canaria y Tenerife (Negrín, Insular, y La Candelaria y HUC) y también en La Palma y Lanzarote. Sin embargo, los trasplantes solo se realizan en los cuatro hospitales de las islas capitalinas. "Son técnicas punteras y complejas", aclara.

Peña también explica que en los últimos años ha cambiado el perfil del donante, puesto que el alargamiento de la vida y su calidad han impuesto que cada vez mueran menos personas jóvenes sanas.

"El descenso de los accidentes de tráfico" y las mejoras en los protocolos de ictus han aumentado la esperanza de vida, explica.

Además, añade, Canarias es una de las comunidades autónomas con menor mortalidad del Estado. Sin embargo, logran estar por encima de la media nacional de donaciones, lo que dice mucho de la solidaridad. No solo de los canarios, sino de todos los que viven en las Islas. "El 20% de los donantes son extranjeros", afirma Peña.

"Hace 20 años el donante tenía entre 30-40 años y había fallecido en accidente de tráfico. Actualmente tiene 60-70 años y fallece tras una enfermedad cerebro-vascular", detalla.

Por ese motivo, añade, "a nadie le sorprende tener donantes de edades comprendidas entre 80-90 años ni receptores que superen los 80".

De 124 a 163 trasplantes de órganos

En 2004 se realizaron un total de 124 trasplantes en los hospitales canarios. 99 de ellos fueron de riñón; 25 de hígado y 9 de páncreas. En 2015 la cifra ascendió hasta 163, de los que 123 fueron renales, 33 hepáticos y 7 de páncreas. Para los trasplantes de otro tipo de órganos, los canarios tienen que desplazarse a la Península, a los hospitales de referencia para ello, donde pueden permanecer meses o años esperando por un donante. En el caso de pulmón, el tiempo medio de espera oscila entre 5 y 6 meses; en el cardíaco, 3 meses; en el de hígado, entre 4 y 5 meses; en el renal, entre 15 y 18 meses, y en el páncreas, entre 9 y 10 meses. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) se congratuló el pasado mes de febrero de que en España hubiéramos superado los 100.000 trasplantes.