Satisfacción colectiva. Es la definición a una temporada que marcó la mejor clasificación del Iberostar Tenerife en su etapa reciente en la Liga.

Hay un dicho popular adaptable a cada exigencia. "Lo que mal empieza... mal acaba", sin embargo, en lo que al representativo tinerfeño en la Liga ACB se refiere, la alteración del final está justificado, pues el mal inicio, con aquel preocupante 0-5, se convirtió en un brillante final, el que deparó cosechar 16 triunfos y cerrar la competición en una memorable novena plaza, la tercera mejor en la historia del CB Canarias en la segunda mejor Liga del mundo cestista.

Los "culpables" de tan importante reacción tienen nombres y apellidos. Desde la valentía de Alejandro Martínez a dar un paso al costado al acierto de Aniano Cabrera al convencer a su amigo y excelente entrenador Txus Vidorreta.

Con ellos, el serio y eficaz trabajo del equipo presidido por Félix Hernández -social y económicamente siguen haciendo crecer este sólido proyecto-, la respuesta de la "fiebre amarilla", con la mejor cifra de abonados (3.243).

Y lo más importante, la positiva respuesta de una plantilla que con apenas unos retoques fue capaz de entonar el "mea culpa" y enderezar el rumbo de una nave a la deriva.

Y dentro de esa plantilla, varios nombres a destacar. El primero de ellos alcanzó el título de MVP, con 496 puntos, por encima del máximo artillero del equipo, Nico Richotti (365 de valoración y 416 tantos en 32 jornadas) y del jugador franquicia por excelencia, Blagota Sekulic (362).

El madrileño, que sueña con estar este verano con Sergio Scariolo y Txus Vidorreta, fue, además, el primer español en la clasificación de rebotes, con 213, solo superado por cinco extranjeros que superan los 210 centímetros. Aportó, también, 309 puntos, tercer anotador entre los canarista.

Labor muy buena de Tim Abromaitis (329 puntos anotados), con San Miguel mejorando en los momentos más delicados.

Davin White brilló más de escolta que de base.

¿Lo mejor? la "acertada" decisión de Xavi Rey. Con él empezó todo al abandonar el barco.