"Estamos hartos de pagar los mismos impuestos que el resto de ciudadanos de Santa Cruz y que no se atiendan nuestras demandas". Así de contundente se manifestó ayer Teodoro Martín, presidente de la asociación de vecinos San José de Taborno, después de que el pueblo sufriese, la tarde del lunes, el enésimo corte del suministro eléctrico.

Según denunció, el problema se viene produciendo desde hace unos años, sin que el ayuntamiento de la capital haya hecho el esfuerzo suficiente para buscar una solución definitiva a lo que consideran un alumbrado público "deficiente". "Cuando llamamos para alertar de una avería los electricistas vienen, suben la palanca que tienen que subir en el transformador y listo", explicó Martín. "Pero el problema vuelve a repetirse, y cada dos por tres medio pueblo se queda sin luz", remarcó.

Los cortes en el suministro eléctrico son más frecuentes en días como el de ayer, en el que el pueblo se despertó cubierto de niebla y lloviendo. "Cada vez que llueve, ocurre. Y esta es una zona muy húmeda", subrayó el presidente vecinal.

Martín relaciona estas incidencias con las farolas que se instalaron en el caserío hace unos cinco años. A su juicio, no solo carecen de un estilo acorde con ese paraje del Macizo de Anaga - tienen toques modernistas, pero con la esencia de las antiguas farolas de la Isla-, sino que sus características no se ajustan a las condiciones climáticas de la zona.

Es más, el dirigente vecinal considera que las farolas son "peligrosas" para quienes transitan por la calle, pues solo están sostenidas por una pequeña pata de hierro a los postes. "Hace poco cayó una sobre una persona en Almáciga, y aquí otra sobre un coche", aseguró. "Con las que había antes de brazo nunca pasó nada, ni había problemas con la luz", añadió.

En la misma línea, el presidente de la AV San José de Taborno pidió también al ayuntamiento una mejora en el servicio de agua. Según indicó, es frecuente, sobre todo los fines de semana, cuando se dobla la población en el pueblo, que los vecinos de la zona del lomo -la parte alta del caserío- se queden sin agua en sus viviendas, al aumentar el consumo en las casas de la parte baja.

La razón, entiende Teodoro Martín, es que la tubería que lleva el suministro no reúne las condiciones necesarias -tal vez sea pequeña, dice-, por lo que solicita al consistorio capitalino que estudie la posibilidad de cambiarla o de introducir algún tipo de mejora que evite este problema.

Y en este sentido, Martín reclamó también, "a quien corresponda", una actuación en varios de los caminos que hay en la zona. Por un lado, por la falta de limpieza de malas hierbas y, por otro, por la existencia de vallas rotas y oxidadas.

Santiago González, vocal de la asociación San José, puso como ejemplo de ello el sendero que lleva al Roque de Taborno, una ruta usada por cientos de turistas y que, en algunos tramos, presenta una imagen de cierto abandono. "Es una pena", concluyó Martín.