Decenas de clientes de la agencia de viajes Deliatours, en el Puerto de la Cruz, han interpuesto denuncias en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del Norte de la isla por un supuesto delito de estafa. Al igual que en otros casos similares registrados en otras empresas del Sur, la zona metropolitana o el Norte, las víctimas pagaron dinero en efectivo por sus viajes o vacaciones, pero a día de hoy esas reservas se han cancelado total o parcialmente.

En el teléfono fijo de la empresa nadie contesta y, desde hace dos semanas, un "cartel" hecho con rotulador aclara que el local está cerrado "por enfermedad".

Pero las alarmas han surgido cuando los afectados han llamado a hoteles u otras empresas turísticas para preguntar por sus reservas y, o bien se las han anulado ya, o bien lo harán en breve, por falta de pago.

Fuentes policiales confirman que las denuncias van en aumento.

Una mujer de 43 años acudió al local el pasado 4 de mayo y compró un viaje de fin de semana a Gran Canaria, como regalo a su hijo por su Primera Comunión. Pagó en total 600 euros. Los vuelos de ida y vuelta los pudo salvar, pero no así la estancia en el hotel en régimen de todo incluido, por impago de la agencia de viajes. Explica que ha perdido unos 400 euros por esa circunstancia. Una semana después de comprar el paquete vacacional se produjo el cierre de la empresa. Relata que la propietaria se quejaba a muchos de sus clientes de lo mal que le iban las cosas desde el inicio de la crisis.

Otra vecina del Puerto de la Cruz resultó más afectada. Para sus vacaciones de verano, eligió un viaje a Portugal. Solo la estancia en un hotel durante una semana en media pensión para tres personas le costaba 1.200 euros. La dueña de la agencia le pidió que le abonara 1.000 euros para hacer la reserva. La víctima le iba a pagar con tarjeta, pero la dueña de la empresa le dijo que carecía de datáfono. Por eso sacó 600 euros de un cajero y se los entregó. Pasados unos días, la agente de viajes la llamó para informarla de que había perdido la reserva en el hotel por no haber pagado la cantidad íntegra de 1.000 euros. Como alternativa le ofreció otro hotel que le costaba unos 1.000 euros más. En total, junto a su pareja, acabó pagando a la agencia cerrada unos 2.429 euros de tres veces. Como tenía el móvil de la empresaria y al enterarse de que había cerrado por enfermedad, le preguntó por whatsapp que cómo estaba. Dos horas después, otra mujer, que dijo ser su abogada (la víctima no se lo cree) la llamó y entró en varias contradicciones y le pidió que no denunciara. Explica que hay otras personas que le pagaron más aún a Deliatours.