Víctor Añino Bermúdez sostiene que el Tenerife puede empezar a construir la próxima temporada desde un final digno de la presente campaña. "Hay que acabar bien", afirma pensando en el encuentro de esta tarde ante la Ponferradina.

¿Cómo se toma el equipo el primer partido sin objetivos?

La idea es ganar. Nadie sale a un campo de fútbol sin querer ganar. Ese es el único pensamiento que tienes cuando estás en el césped. Sí es cierto que no nos jugaremos nada y que el objetivo que conseguimos fue el de la permanencia, pero defendemos un escudo y lo haremos en casa. Queremos terminar bien para evitar que quede un sabor agridulce que sería totalmente injusto para la temporada y, sobre todo, la segunda vuelta que ha hecho el Tenerife.

¿Hay signos de despedida en el vestuario por parte de compañeros que no van a continuar en el club?

No, porque queda otra semana de competición y todavía hay mucha incertidumbre: no sabemos quién se queda y quién se va. Normalmente te despides un poco más adelante, pero espero y deseo que el 95 por ciento del grupo se quede y no haya tantas despedidas.

El Tenerife se ha convertido en un juez de la permanencia. ¿Sienten una responsabilidad extra?

Lo vamos a demostrar en el campo. Esto es fútbol y no hay que olvidar que la temporada pasada nosotros nos encontramos en la situación de tener que luchar por la permanencia y salimos adelante sin ayuda de nadie. Por tanto, vamos a ser profesionales y daremos el cien por cien, independientemente de contra quién juguemos. Saldremos a ganar.

¿Qué respuesta espera de la afición en la despedida en casa?

La de siempre, que ayude, que apoye... La gente sabe que se ha creado una fusión entre la plantilla y la grada que hacía tiempo que no vivíamos. Lo único que quiero, de aquí al inicio de la próxima temporada, es que esto siga creciendo. Vamos a acabar bien por ellos y nos despediremos con afecto y con el deseo de esperarlos la próxima temporada, porque la Liga empezará en nada.

Con la Ponferradina viene Acorán Barrera, un jugador de su generación y de su barrio, y con el que compartió su debut en Primera División con el Tenerife. Da la sensación de que no tiene el mejor cartel para algunos aficionados.

Lo conozco porque somos vecinos, jugamos juntos en muchísimas categorías y tengo aprecio tanto por él como por su familia. Es una persona con la que me crié. Pero hablamos de fútbol y no hay que olvidar que la Ponferradina ascendió a Segunda en el Heliodoro y él celebró ese éxito como habría hecho todo el mundo. No creo que vaya a ser mal recibido. Defiende otros colores, pero es un buen chico.

¿El Tenerife terminará la Liga con la conciencia tranquila?

Sí, porque hemos trabajado muchísimo, lo hicimos todo en cada momento y competimos para entrar en los "play off". Pero tampoco hay que negar que terminaremos la Liga con algo de tristeza, porque el equipo se sentía capacitado para pelear por ascender si se hubiera clasificado para la promoción. Pero esto es fútbol y hay que asumir que en la primera vuelta no fuimos regulares. Ahora hay que pensar en el futuro.

Hablando del futuro, ¿tiene el presentimiento de que al Tenerife le tocará en la próxima Liga ser aspirante de principio a fin?

Hay que asumir que la próxima temporada tendremos una responsabilidad bastante grande. El club acierta al mantener un grupo que ha demostrado que puede ser superior a cualquier rival y en cualquier campo, pero el nivel de exigencia será incluso mayor.

Siempre defendió la conveniencia de la continuidad de José Luis Martí en el banquillo.

Es muy importante empezar con un entrenador al que conocemos. Sabemos cuál es su forma de trabajar, cómo quiere que juguemos... Ya ha hecho rendir al equipo y eso nos da mucha tranquilidad. Es un gran paso que hemos dado, pero todo pasará por un buen inicio.