Espolear el sentido crítico de los jóvenes ante la considerable presión publicitaria de que son diana desde muy diversos sectores. Tal ha sido el objetivo de la iniciativa que ha involucrado a casi un centenar de chicos y chicas de 15 y 16 años del colegio Dominicas de La Laguna, gracias al proyecto de divulgación sobre consumo, ciencia y salud Concísate.

"Con las mal llamadas bebidas energéticas como elemento ejemplarizador, los estudiantes atisbaron los vericuetos de las técnicas publicitarias, acudieron a fuentes fiables de salud pública y, sobre todo, pudieron distinguir lo que es cierto y lo que es pretendidamente confuso en este tipo de productos que, según una reciente encuesta pública, consume casi la mitad de los jóvenes", explica el fisioterapeuta y periodista científico Félix Morales, responsable del taller y alma mater de Concísate.

Los alumnos navegaron por las webs de las marcas principales, contrastaron las sustancias que protagonizan su publicidad con lo reconocido al respecto por las agencias gubernamentales, escudriñaron sus ingredientes definitorios y, ya puestos, fabricaron in situ uno de estos productos. "Entendieron que solo hacía falta mucha cafeína y mucho, muchísimo azúcar", explica Morales, satisfecho con el trabajo realizado y agradecido al centro por su invitación.

"He aprendido que no todo es lo que aparenta", reflexionaba al final uno de los estudiantes, quienes en las evaluaciones anónimas posteriores dieron muy buena nota al taller. "Lo mejor es que nadie se lo contó, ellos lo comprobaron", remata Morales.