El presidente de Cajasiete, Fernando Bergé, ha defendido hoy que la "fortaleza" de su entidad procede de su política de reinvertir todos sus beneficios en el propio grupo, lo que le ha ayudado a pasar estos años de crisis sin reducir plantilla ni cerrar ninguna de sus sucursales.

"La crisis está pasando y nosotros seguimos haciendo lo mismo", ha señalado el presidente de la caja, que hace unas semanas anunció unos beneficios brutos en 2015 de 6,94 millones de euros, que triplican los del ejercicio anterior, cuando ganó 2,23 millones.

En un encuentro con la prensa, Berge ha subrayado que entre 2007 y 2015 Cajasiete "no ha cerrado ni una sola oficina", frente a la tendencia general del sector bancario en España, ni ha hecho expediente de regulación empleo alguno en su plantilla.

También ha enfatizado que su entidad lleva ya varios ejercicios incrementando el volumen de créditos que concede a clientes para acometer nuevos proyecto o mantener los que ya tenían en marcha.

Cajasiete cerró 2015 con un volumen total de créditos a clientes por valor de 1.889 millones de euros, un 8,42 por ciento superior al que tenía un año antes.

Fernando Bergé ha explicado, además, que su política de reinversión de beneficios ha permitido a la caja contar con un ratio de solvencia del 13 por ciento, entre los más elevados del sector, y elevar en un año la tasa de cobertura frente a posible morosidad del 59 al 71 por ciento.

Cajasiete también ha confirmado su voluntad de seguir ampliando su red de oficinas, para consolidarse como "entidad regional, con presencia significativa en las siete islas".