Toda la vida ha estado unido al arte de alguna forma. Ya desde los seis años empezó a hacer sus primeros pinitos, pero nunca se dedicó profesionalmente a este oficio, aunque vivió la niñez en medio del museo en el que convirtió su padre la casa en la que residían en Oviedo. A pesar de estudiar y ejercer la medicina durante más de cuatro décadas en Tenerife, tras venir a las Milicias Universitarias, Fernando Bances (Oviedo, 1935) ha pintado numerosos cuadros a lo largo de su vida, parte de los cuales expone, hasta el 15 de junio, en el Casino de Tenerife.

Este aficionado a la pintura y a la escultura presenta una colección integrada por cuarenta y cinco óleos, retratos bastante bien ejecutados algunos de ellos, en pequeño formato, que reproducen los rostros de una serie de personajes principales y secundarios inmortalizados por los grandes maestros de la pintura universal de los siglos XV al XIX.

La muestra, que está presidida por la frase "Un buen retrato es una biografía pintada", de Anatole France, está dividida en dos series bien definidas, "Rostros", la más numerosa, con treinta y cinco, y "África", con nueve. El autor también presenta el retrato de su nieta en brazos de su madre, única obra que no ha sido copiada de otro artista, en la que demuestra su virtuosismo, casi hiperrealista en esta obra tan significativa de su producción.

"Rostros" reúne caras famosas entresacadas de cuadros pintados por artistas como Durero, El Greco, Velázquez, Tiziano, José de Rivera, Federico de Madrazo, Rembrandt, Rubens, Zurbarán, Murillo, Tintoreto y Rafael, entre otros muchos. Son planos americanos, salvo dos réplicas en miniatura de "San Pablo en meditación" y "Tobías acusando a Ana del robo del cabrito", de Rembrandt.

El otro apartado se titula "África", una decena de obras convertidas en un homenaje a los pintores africanistas Josep Tapiró y Pablo S. Chías, de los que ha copiado algunas de sus obras de personas de distintas partes de Marruecos, tanto hombres como mujeres, engalanadas con turbantes, vestidos de fiesta y con numerosos abalorios típicos de la artesanía árabe y bereber, caracterizados por sus vivos colores.

Bances, que ya había participado en varias colectivas, aseguró que "he pasado por todos los estilos. He hecho de todo, abstracto, cubismo, impresionismo, expresionismo, realismo... No tengo un estilo bien definido porque he copiado tanto de tantos pintores que se me pega todo".

Este médico, al que hubiera gustado estudiar arquitectura, ha pintado obras en todos los géneros. "Empecé dibujando y después el clásico bodegón con la vela y el frutero. Después me pasé a una pintura más compleja, paisajes y esas cosas... Lo he cultivado todo. También retratos y desnudos, que son lo más difícil".

Con respecto a la colección que presenta en el Casino, indicó que "el noventa y siete por ciento son copias y lo restante es mío, porque he hecho algunas modificaciones. He cambiado sobre todo los fondos. Todo lo he pintado a partir de láminas, postales y fotografías que he comprado en los museos que he visitado, el Louvre, El Prado, el National Gallery..."