El 5 de junio de 1981, una publicación médica estadounidense informó sobre cinco casos raros de cáncer, neumonía y otras enfermedades en hombres homosexuales jóvenes previamente sanos de la Ciudad de Los Angeles.

Se trataba del primer informe oficial de la enfermedad que hoy conocemos como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o Sida (VIH). La publicación informaba sobre sus historias clínicas que sugerían una "disfunción inmunocelular" desconocida contraída, probablemente por transmisión sexual. También apuntaba la existencia de casos similares en San Francisco y Nueva York.

El 3 de julio de ese año, el New York Times informaba sobre casos de sarcoma de Kaposi que afectaban a 41 hombres homosexuales en Nueva York y California. Para fines de 1981 ya había un total acumulado de 270 casos reportados de inmunodeficiencia severa también entre hombres homosexuales, de los cuales 121 habían muerto en menos de 24 meses tras el diagnóstico.

El primer caso de Sida en España se diagnosticó en octubre de ese mismo año en el Hospital Vall d''Hebron de Barcelona. Apenas habían pasado cuatro meses desde el primer informe de los cinco primeros casos de todo el mundo. Presentaba sarcoma de Kaposi y una infección por toxoplasmosis.

En 1982 los funcionarios de salud pública comenzaron a utilizar el término "síndrome de inmunodeficiencia adquirida" o Sida (VIH), para describir las infecciones, como el sarcoma de Kaposi (un tipo de cáncer), y neumonía por Pneumocystis carinii (PCP) en personas previamente sanas.

En marzo de 1983, el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) emitió recomendaciones para la prevención de la transmisión sexual, relacionada con las drogas, y el trabajo sobre la base de estudios epidemiológicos tempranos y antes de que la causa de la nueva enfermedad se conociera.

La causa del brote era desconocida, y no había ninguna evidencia de contagio. Pero los médicos que hicieron los diagnósticos, sobre todo en la ciudad de Nueva York y San Francisco, alertaban a otros médicos que trataban a un gran número de hombres homosexuales sobre el problema en un esfuerzo para ayudar a identificar más casos.

Se sabe que el virus ha existido en los Estados Unidos por lo menos desde mediados hasta finales de 1970. Pero fue a partir de 1979-1981 que se reportaron los primeros casos de infección pulmonar, cáncer y otras enfermedades, entre un número de pacientes varones que tenía relaciones sexuales con otros hombres. Estas fueron condiciones que no suelen encontrarse en personas con un sistema inmunitario sano, según el Instituto del SIDA, con sede en Washington.

Durante muchos años, los científicos teorizaron sobre los orígenes del Sida y cómo apareció en la población humana, la mayoría creía que la enfermedad se originó en otros primates.

En 1999, un equipo internacional de investigadores informó de que habían descubierto los orígenes del VIH-1, la cepa predominante del Sida en el mundo desarrollado. Una subespecie de chimpancés nativos de África ecuatorial occidental se habían identificado como la fuente original del virus. Los investigadores creen que el VIH-1 se introdujo en la población humana cuando los cazadores quedaron expuestos a sangre infectada.

Luego de 35 años de conocerse los primeros casos, según las últimas cifras brindadas el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), desde el año 2000, unos 38,1 millones de personas se han infectado con el SIDA y 25,3 millones han muerto como consecuencia de enfermedades relacionadas con la enfermedad. Hasta el 2014, unas 36,9 millones de personas vivían con el virus.

Las muertes relacionadas con el virus han disminuido en un 42% desde el nivel máximo alcanzado en 2004. En 2014, 1,2 millones de personas murieron como consecuencia de enfermedades relacionadas con el SIDA, frente a los 2 millones de 2005.

A su vez, las nuevas infecciones por el virus han descendido en un 35%desde el año 2000. A escala mundial, 2 millones de personas se infectaron en 2014, un descenso respecto a los 3,1 millones de 2010.

También disminuyeron las infecciones entre los niños en un 58% desde el año 2000. Mundialmente se habían infectado 220.000 niños en 2014, un descenso respecto a los 520.000 del año 2000.

En la actualidad las vías principales de transmisión son las transfusiones de sangre, intercambio de jeringuillas entre drogadictos, intercambio de agujas intramusculares, la sexual (bien sea homosexual masculina o heterosexual) y la materno-filial (transplacentaria, antes del nacimiento, en el momento del parto o por la lactancia después).

La erradicación del virus en los paciente infectados no parece aún posible con los tratamientos actuales. Hoy el SIDA es incurable. Sin embargo, la administración de fármacos anti-retrovirales ha permitido alargar considerablemente la supervivencia de los sujetos seropositivos, de manera que la enfermedad se ha convertido en un proceso crónico.

A pesar del amplio desarrollo que ha alcanzado la investigación de esta enfermedad en los últimos años, no parece cercana aún la posibilidad de disponer de una vacuna eficaz.

El uso del preservativo reduce las posibilidades de contagio, pero no las elimina del todo. Existen numerosos estudios que lo confirman. El preservativo reduce el riesgo de infección por el SIDA en alrededor del 80% en términos relativos. En parejas en las que uno de los miembros está infectado el porcentaje de contagio en un año, usando el preservativo oscila entre el 1,5% y el 17%.

Casi el 70 por ciento de los pacientes que contraen el virus por no utilizar preservativo son homosexuales, el 25 por ciento restante se infectan en relaciones heterosexuales,