Los juegos de azar y estrategia como el póker se han convertido en auténticos fenómenos sociales, y con ellos se ha creado toda una industria entorno a jugadores profesionales, casas online, ligas y cursos intensivos para su aprendizaje.

El póker hoy día es algo más que un juego, es también una forma de aprender, socializar y compartir momentos entre amigos y conocidos. Por ello es importante interiorizarlo casi como un ritual, de forma que, sin convertirlo en algo inflexible y formal, tenga las suficientes características para convertirlo en un momento de disfrute.

Vamos a tratar algunos aspectos básicos para crear un ambiente genial en una partida de póker con los colegas:

  • Elegir bien los compañeros. Tenemos que tener bien claro a quién queremos y contra quiénes queremos jugar, ya que se necesita un buen ambiente, jugadores honestos y con buen saber perder. De lo contrario, la partida puede convertirse en un auténtico suplicio.
  • Reglas claras. Antes de comenzar es recomendable debatir y repasar las reglas del juego al que vayamos a optar, para que no surjan problemas posteriores que alteren el buen funcionamiento de la partida.
  • Estar relajado y de buen humor. No vale la pena ponerse a jugar si no estamos totalmente seguros, tranquilos y relajados, dado que el póker se trata de un juego que conjuga suerte y estrategia, hay que estar seguro de lo que se hace y no desvelar nuestras cartas con nuestros movimientos, gestos y malestar.
  • Sillas y mesas cómodas. Cuando vamos a hacer algo importante, hay que utilizar los mejores recursos del entorno. Tenemos que estar lo suficientemente concentrados, cómodos y pendientes del juego, de forma que es preciso contar con unas sillas y mesa agradables para tener toda la mente centrada en el juego, y no en las posibles molestias de alrededor.
  • Herramientas de póker de calidad. Como decíamos anteriormente, necesitamos herramientas adecuadas y conforme a la calidad del juego. Por eso, es importante jugar con unas cartas de buena calidad, no demasiado desgastadas y que se barajen bien, de lo contrario entorpece el juego. De la misma forma, la calidad de las fichas es vital. Es mejor jugar con fichas que pesen, bien diferenciadas y en las que no haya demasiada disparidad entre valores. El tapete también debe ser bueno, que se fije a la mesa y no resbale.
  • La comida y la bebida. Es preciso llegar a un acuerdo sobre qué comer y beber durante la partida. Generalmente éstas suelen ser largas, por lo que es importante contar con el mejor combustible para no desgastarse.

Otra de las cosas que deben quedar atadas antes de comenzar el juego es la forma en la que se va a realizar. Así, debemos ver si vamos a jugar a torneo o a cash. Si queremos pasar una noche ideal con los colegas jugando al póker, cash es la mejor opción.

En la modalidad cash, las llamadas apuestas ciegas no suben, con lo que el tiempo para pensar y charlar es mayor, y además nadie se queda eliminado pronto, por lo que se alarga el juego con el mayor número posible de jugadores más tiempo. Además, es posible ganar más dinero que en un torneo, alargando la lucha y la diversión, y dejando más opciones de recuperarse a los jugadores que vayan peor. La modalidad cash permite que los jugadores, al ser eliminados, no se arruinen a la primera de cambio, sino que puedan hacer estrategia y recuperarse durante el juego.