El Pleno lagunero aprobó ayer por unanimidad una moción con una batería de medidas para la mejora de Bajamar -con origen en un grupo de vecinos y llevada ante el arco local por C''s, USP y XTF-NC-, así como a una enmienda de sustitución -que finalmente cambió su apellido por "de adición"- planteada por el grupo de gobierno (CC-PSOE), en la que se recoge la creación de una mesa de trabajo que decidirá el futuro costero del Nordeste, en general, y el de Bajamar, en particular.

"Crear y convocar una mesa de trabajo para el planteamiento y desarrollo de acciones a corto plazo y otras de carácter estratégico con representantes de los núcleos de la zona costera del norte del municipio, y con la participación de la Universidad de La Laguna, para el diseño y planificación de acciones en ejes como el turismo, la restauración, la cultura, los servicios e instalaciones, y la educación, entre otros", se recoge en la citada enmienda, que, además, fija la ejecución a la "máxima celeridad" de las acciones "ya identificadas" en los encuentros entre el consistorio y los "responsables vecinales" de Bajamar.

Salió también adelante la moción primigenia: crear un agenda cultural; adecentar el entorno de las piscinas; abrir la antigua biblioteca y convertirla en aula de estudio; instar al Gobierno regional a la apertura de un consultorio médico periférico; decidir un uso para el Hotel Neptuno; rehabilitar la ermita de San Juan y su entorno; crear un pequeño jardín botánico, y estudiar la mejora de la instalaciones deportivas de la zona.

Todo ello tras un debate en el que las formaciones proponentes de la moción lamentaron el estado en el que se encuentra el enclave, Antonio Alarcó (PP) celebró el acuerdo, el socialista Zebenzuí González reconoció que hay errores que se pueden "enmendar" y el alcalde, José Alberto Díaz, defendió que ha habido reuniones con vecinos desde el comienzo del mandato. Fueron precisamente estos últimos los que abrieron el punto, con intervenciones de Ernesto García y Jesús Daniel Hernández, que hicieron un profuso relato de las carencias de este pueblo del litoral lagunero y de algunas propuestas para salir del bache. "El trato que nos ha dado el ayuntamiento es el de una barriada de mala muerte, con el respeto debido a las barriadas de mala muerte", resonó en la alocución del primero, que, eso sí, también puso de relieve algunas actuaciones del consistorio.