Álvaro, Sergio, Pau y Mauro tienen entre 15 y 23 años, son españoles y han convencido a Apple de que su "potencial" técnico y humano les hace merecedores de su programa mundial de becas, con el que viajarán la próxima semana a la Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) de la tecnológica.

La WWDC tendrá lugar en San Francisco entre el 13 y el 17 de junio: mil ingenieros de la compañía de la manzana mostrarán a más de 5.000 personas las novedades de software que conciernen a iPhone, iPad, Mac y Apple Watch.

Entre los más de cinco mil desarrolladores que acudirán, 350 jóvenes lo harán becados por la tecnológica y en ese grupo, Álvaro Fernández (15 años, Madrid), Sergio Torrijos (17, Manzanares), Pau Vila (20, Barcelona) y Mauro Vime (23, Barcelona).

Son los únicos cuatro jóvenes de España seleccionados por la compañía para tener acceso de forma gratuita a su evento anual de desarrollo.

Estos chicos apasionados de la tecnología coinciden en que les ha venido Apple a ver: su participación en la cita de San Francisco les permitirá aprender, hacer contactos e irá acompañada del "prestigio" de haber sido los finalistas de una selección hecha por una compañía con esa reputación empresarial.

"Es como si Apple te considerara una persona influyente. No se trata sólo de la experiencia de la conferencia. Según su criterio, somos los jóvenes con más potencial, los más prometedores en el ámbito de la programación. Y eso es quizá un filtro, una criba que otras empresas pueden valorar", explica Vila, estudiante de ingeniería informática y gestión empresarial.

Para acceder a este programa de becas, que este año celebra su segunda edición, jóvenes de todo el mundo -con una edad mínima de 13 años- tuvieron que contestar un "amplio cuestionario" que "hurgaba" en su lado humano y desarrollar una aplicación con tecnología de la compañía de la manzana.

"Creo que no sólo querían valorar a los buenos programadores, sino el potencial que tenemos como personas, no sólo como un trozo de código o una pieza de software", continúa Vila, que quiere dedicarse a la consultoría.

Vime, el mayor del grupo, ya es ingeniero, trató de fundar una "start-up", lleva tres años programando y cree que su futuro profesional pasa por trabajar en Estados Unidos o Inglaterra.

"Todo lo que he aprendido del desarrollo de aplicaciones ha sido de forma autodidacta porque en la universidad te enseñan las bases, pero nada de este mundo que me interesaba. (...) Aún no me creo que vaya a ir a la WWDC. Es un salto cualitativo para mi formación y mi vida profesional", confiesa.

Sergio Torrijos tiene 17 años, lleva desde 2014 creando aplicaciones y escribiendo tutoriales y quiere ser ingeniero informático para poder ir a California a fundar una empresa de aplicaciones.

Y Álvaro Fernández, el más pequeño del grupo, acaba de hacer los exámenes finales de cuarto de la ESO y aunque dice que este viaje es una "oportunidad única para conocer el mundo del desarrollo", se cree demasiado joven para darse "cuenta del impacto que pueda generar" en su futuro.

Fuentes de Apple han afirmado que la vinculación directa de la compañía con los becados termina una vez concluya la WWDC, que no les hará un seguimiento profesional, pero para estos chicos el hecho de llegar allí es en sí un hito.

Precoces y apasionados de la informática, Sergio, Mauro, Pau y Álvaro serán la semana que viene embajadores en Silicon Valley de la juventud española más prometedora.