En su primera temporada completa en Segunda División A, Omar Perdomo (Las Palmas, 3-7-93) acabó la Liga como el noveno blanquiazul con más minutos (1.978 en 36 partidos) y el cuarto goleador del equipo, con cinco tantos. Hace poco más de un año estaba en el Estrella, en Tercera, pero recibió una llamada que le "abrió los cielos".

¿Qué balance hace del curso?

Para ser mi primera temporada en el mundo profesional, pienso que fue muy bueno. Esto contento.

¿Se le hizo muy larga la Liga?

Se me hizo bastante corta. La disfruté hasta en los días malos.

¿Qué tal lleva estar en un club "obligado" a intentar ascender?

Soy muy ambicioso y creo que este equipo puede ascender sin ningún problema. La temporada que viene repetiremos bastantes compañeros en la plantilla y creo que podremos hacer algo bonito.

Cinco tantos. ¿Siempre tuvo una relación tan fluida con el gol?

Algún que otro año sí marqué mis goles, pero no imaginé que iba a llegar a cinco en esta temporada.

¿Con cuál se queda?

Con el de Tarragona. La jugada fue bonita. Luego, el primero llegó en el Heliodoro. Fue un sueño compartirlo con la afición.

¿Es algo más que un extremo?

Soy polivalente. Donde me pongan, intento hacerlo bien. Tengo la suerte de que puedo adaptarme a diversas posiciones.

¿Desbancar a Suso es posible?

Suso es muy bueno e importante para el equipo. Nos da mucho.

¿Cómo es su relación con él?

Muy buena. Es un referente para los canteranos. Intento fijarme y aprender las cosas buenas.

Siendo así, tuvo que buscarse su sitio en la banda izquierda.

Ahí me siento cómodo, porque puedo driblar hacia dentro. Además, también puedo dar el último pase y tengo buen disparo.

Con el mercado de enero creció la competencia en ese puesto. ¿Por eso perdió su continuidad?

Es verdad que llegaron compañeros que ayudaron bastante al equipo. Me quedo con eso y me olvido si pude jugar más o menos.

Esa etapa coincidió con la mejora de su contrato. ¿Le afectó?

Nunca había estado en esa situación y no me vino del todo bien, pero me pude sobreponer y acabé jugando. Aquello me perjudicó un poco, porque no se solucionó pronto. Estuvimos casi dos meses y eso, quieras o no, influye.

Sería un alivio firmar como profesional hasta junio de 2018.

Cumplí un sueño al saber que iba a ser profesional del Tenerife. Eso te da estabilidad y te hace centrarte en entrenar y jugar.

Se une a los grancanarios que hicieron carrera en el Tenerife.

Estoy muy contento en ese aspecto. La afición siempre me ha tratado muy bien y estoy muy agradecido. Siento mucho respeto.

Julio Suárez fue uno de esos casos. ¿Qué significa para usted?

Es una bellísima persona. Lo conozco de mi etapa en el Universidad. Fue como un padre y se lo agradezco. Siempre me da consejos y me habló muy bien del Tenerife antes de venir aquí.

¿Qué le dicen en su familia?

Por así decirlo, a ellos también les ha cambiado la vida. Están solo pendientes de lo que pasa en los partidos, se reúnen para ver la tele...

Pero serán de la UD Las Palmas.

Así es, entre otras cosas porque mi hermano (Azael) juega en el filial. Habían seguido menos al Tenerife, pero los estoy metiendo poco a poco en el mundo chicharrero.

Se dice que la cantera grancanaria supera a la tinerfeña.

No creo que en Las Palmas la trabajen ni mejor ni peor. Tienen una forma diferente de hacer las cosas, pero en los dos sitios están sacando rendimiento a la base.

¿Qué concepto tenía del Tenerife antes de unirse al club?

Siempre tuve la sensación de que iba a acabar aquí...

¿Un presentimiento?

Puede ser. Incluso cuando estuve en el Atlético me veía más en el Tenerife que en el equipo rojiblanco. Y mira cómo es el destino. Acabé como blanquiazul y ahora soy feliz.

Se le acaba cogiendo cariño.

Sí. Me siento uno más de aquí y le agradezco a toda la Isla y al club lo que han hecho.

¿Cómo fue el momento en el que le propusieron unirse al Tenerife?

Fue una conversación que "Sesé" Rivero tuvo con mi agente. Optó por traerme al filial. Cuando me enteré de la noticia, me llevé una gran alegría. En la temporada anterior se había extendido el rumor de que me iba a fichar el Tenerife, pero en esa ocasión no pudo ser.

Empezó en el Tenerife B, pero enseguida pasó al primer equipo.

No esperaba subir tan rápido. En los meses anteriores había vivido una situación complicada. Pasé de jugar en el Atlético a volver a un club de Tercera de Gran Canaria, así que cuando tuve la oportunidad de venir al Tenerife, se me abrieron los cielos. La oportunidad que me dio "Sesé" lo cambió todo para mí. A partir de ahí me volví a sentir futbolista.

Usted pondría de su parte...

Ocurrió en el momento idóneo. Recibí varios palos durante mi corta trayectoria en el fútbol y eso me hizo madurar y ser quien soy ahora.

¿No seguir en Las Palmas en Segunda B fue un palo?

Sí, y también ir a un club como el Atlético y tener que volver a otro de Tercera. Fue un paso atrás, aunque me centré en coger impulso.

¿En ese momento pensó que se le iba de las manos su carrera?

Siempre he sido optimista y he creído que iba a ser futbolista. He intentado entrenar más que nadie, aprovechando mi tiempo libre, y, aunque otras personas no lo hicieran, me he valorado y he confiado en mí.

¿Por qué salió del Atlético?

Cuando sales de las Islas siendo tan joven, te cuesta adaptarte. Firmé solo por la segunda vuelta y así fue muy difícil demostrar lo que puedo dar. Pero me sirvió para aprender y madurar.

¿Cómo es pertenecer al Atlético?

Estaba en el "C", en Tercera. Pensaba que si me quería un club como ese, era por algo. No va cualquiera.

También sufrió la desaparición del Universidad.

Fue otro palo, porque era juvenil de segundo año y ya estaba con el primer equipo. Había entrado en varias convocatorias, pero entonces llegó el año de la desaparición. Fue complicado tener que ir me a otro club y empezar de cero. Pero así es el fútbol.

¿Qué pasó luego?

Me fui al Atlético juvenil, pero no me adapté. Nunca había salido de casa y extrañé mucho a mi familia. Regresé a Gran Canaria y fiché en la Unión Deportiva, en el equipo de División de Honor. Luego pasé a Las Palmas C y me subieron al B. Acabé jugando y ascendimos a Segunda B, pero me dijeron que no iban a contar conmigo. Decidí ir a Unión Viera y entonces se volvió a fijar en mí el Atlético. A continuación retorné a mi Isla para jugar en el Estrella y, de repente, tuve la suerte de que "Sesé" negoció mi fichaje.