La situación mundial y nacional son preocupantes: los refugiados, la yihad... Luego me referiré algo a ello.

El día 13 por la tarde asistí en Almeyda a una conferencia. Allí está el Centro de Historia y Cultura Militar, con su museo, su biblioteca y su archivo. A disposición de todo el mundo, con facilidad de aparcamiento gratuito, todo tinerfeño que se precie debería conocerlo. La conferencia era sobre las obras sociales realizadas por el Mando Económico en los años 40, una época difícil, desde luego más que la actual, después de la terrible guerra "incivil" de hermanos contra hermanos y el comienzo y continuación de la 2ª Guerra Mundial, donde Canarias quedó aislada y falta de toda clase de recursos. Canarias no era autosuficiente en producciones agrarias y le faltaba toda clase de materias primas. Si España se hubiera inclinado por los alemanes, los ingleses y americanos nos hubiesen invadido, y si se hubiera inclinado por los aliados, hubiesen sido los alemanes los que nos hubieran invadido.

La conferencia fue muy interesante. El conferenciante, el coronel Castillo, historiador, nos expuso cómo el capitán general García- Escámez hizo frente a la situación, siempre bajo el punto de vista social, favoreciendo a la población más desfavorecida, mejorando el paro y las condiciones de producción, la industria (jabones, enlatados...), el turismo (construcción de hoteles: Mencey, Santa Catalina, Taoro...), el transporte (flota de camiones...). Especialmente construyendo viviendas sociales de varios tipos, a precios aceptables y con facilidades, con sus mercados, sus colegios, sus iglesias... Era una época posterior a la 2ª República, en que gran parte de la población vivía de forma muy precaria, en cuevas muchos de ellos, algunos no tenían ni sandalias que ponerse. La financiación para las obras se obtuvo con pequeños impuestos y dando facilidades. La enumeración de las obras ha dado lugar a varios libros. Lo que quedó claro es que muchos políticos actuales deberían haber asistido e imitar su forma de proceder.

Otra cosa que también ha quedado clara es la ingratitud de los pueblos, y entre ellos el canario. El día 12 de junio se cumplió el 65 aniversario de la muerte de este gran hombre que fue García Escámez, enterrado en la iglesia de la urbanización que lleva su nombre, persona que sin duda más ha hecho por el bienestar de los canarios, construyendo numerosísimas obras en su beneficio, llegando a asaltar un barco en pleno Atlántico procedente de América, cargado de cereales, obligando a desembarcar la mercancía en las Islas. Ni un solo medio de comunicación lo ha recordado.

Algo semejante ocurre con los dos santos tinerfeños: san José de Bethencourt (Hermano Pedro) , que sigue esperando su iglesia en Vilaflor, y san José de Anchieta, y cómo no, D. Agustín de Betancourt y Molina, introductor de la ingeniería moderna en España y Rusia, creando sus respectivas Escuelas de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, siendo autor de innumerables y variadas obras en los dos países, que no tiene un museo donde se le recuerde, salvo en Las Palmas de G.C., habiendo nacido en el Puerto de la Cruz.

Como dije observando la situación mundial actual, no se salva nadie: América, con algunas naciones sudamericanas en difícil situación como Venezuela, con un Gobierno de izquierdas populista. En EEUU la matanza de homosexuales en Orlando aumenta la preocupación sobre el yihadismo y le da razones al representante republicano a la presidencia de la República para sus extravagancias y exageraciones. En Europa, Francia lo está pasando mal, golpeada por el yihadismo; ahora con la celebración de la Eurocopa de fútbol los riesgos aumentan; si a esto se le añaden las huelgas y alborotos por las medidas del Gobierno, el gobierno "socialista" de Hollande, la situación favorece a la en este caso extrema derecha (que no existe en España). Grecia, Gobierno "populista de izquierdas", no lo está pasando muy bien. Todo esto debería tenerse en cuenta en las próximas elecciones del 26 de junio ¡Nos jugamos mucho! Es fácil hacer promesas sin decir claramente cómo lograrlas; para proteger a los más desfavorecidos no se puede ir de una forma indiscriminada contra aquellos que puedan tener una posición más o menos desahogada, lograda muchas veces con grandes sacrificios y trabajos, a veces de varias generaciones. Hay que perseguir duramente la corrupción, obligando a la devolución del importe; si no lo tienen, que respondan con su patrimonio. Hay que conservar las tradiciones y creencias de la mayoría. Las medidas que se tomen deben ser adecuadas y ponderadas. Lo que no se puede hacer es que un padre de tres hijos no tenga derecho a la subvención de familia numerosa, porque está en el paro y tristemente no trabaja. Esto esta ocurriendo en España.