La tapa, seña de identidad de la gastronomía española, puede alcanzar la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial si prosperan los trámites iniciados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La iniciativa, propuesta por la Real Academia de la Gastronomía (RAG) al ministro Íñigo Méndez de Vigo, responde a que la tapa es "una embajadora destacada de la gastronomía española y de la Marca España", recogía el Ministerio ayer en una nota.

"Vienen de una esfera localista pero hoy se han convertido en algo que pertenece al idioma universal. Uno va a cualquier parte del mundo, pide tapas e inmediatamente sabe lo que recibe", le explicó el ministro a la directora general de la Unesco, Irina Bokova, cuando recientemente le anunció su intención de iniciar los trámites para la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial. Y el expediente ya se ha puesto en marcha, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Tapa, para el que Saborea España y Turespaña han programado múltiples actividades tanto en nuestro país como en 31 ciudades del mundo. Primero la Administración General del Estado tiene que declarar la tapa Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, la máxima categoría de protección que le puede otorgar el Estado a este tipo de patrimonio, un trámite que tiene un plazo máximo de un año. La declaración de las manifestaciones representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial generará la obligación de inscripción de estas en el Inventario General de Patrimonio Cultural Inmaterial, informó el Ministerio.

Actualmente se encuentran en curso tres expedientes de declaración como manifestaciones representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial: la trashumancia, la Semana Santa y el Carnaval. "La tapa es un producto genuino español, pero no todo el mundo lo sabe y hay que trabajar para que se identifique claramente, igual que nadie duda de que la pizza es italiana", decía ayer el presidente de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), José María Rubio, durante la presentación del quinto Día Mundial de la Tapa, algo a lo que contribuirá su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial.