Dice sentirse casi con más fuerzas que nunca y considera que, a medida que avanza la campaña, por lo ocurrido en el debate del pasado lunes y por la encuesta del CIS que duda de si CC entra o no en el Congreso, están remontando. "Muchos históricos de izquierda y derecha -recalca en estas reflexiones-, que nunca antes me han votado, ahora me paran por la calle para decirme que sí lo harán, pues ya no creen en partidos y sí en las personas". Ana Oramas reivindica también la experiencia y casi la vejez en política, en la empresa y en la sociedad en general; lamenta que la llamada nueva política haya traído una crispación que contrasta con los bienvenidos nuevos aires que supone y sostiene que los líderes de los 4 partidos con más opciones "están ya amortizados" y, o cambian mucho respecto al debate, o deberán ser sustituidos si se quiere diálogo, un acuerdo y un gobierno que afronte la mucha tarea pendiente con la meta clave clara: la lucha contra el paro y la pobreza.

En una larga charla con EL DÍA, Oramas analiza y resalta los cambios mediáticos que se han dado en la política actual, con sus pros y contras. "Se ha pasado de hacer una rueda de prensa o de tomar unas declaraciones para un informativo a, de pronto, un boom mediático. Que los principales programas de audiencia sean tertulias políticas, que las televisiones nacionales hagan directos cada media hora con el Congreso, que en las redes sociales se viva al momento cada titular, cada declaración; que tengas un micrófono y debas reaccionar en tiempo real a lo que sucede en el país sin pausa... Todo eso te hace estar, de forma permanente, conectada a lo que pasa y fijar posición minuto a minuto. Esto es bueno porque la gente estaba antes alejada de lo que pasaba en la política nacional y, de pronto, se vive apasionadamente lo que sucede porque los ciudadanos ponen la televisión a cada hora del día y lo siguen minuto a minuto. Hace diez años, por ejemplo, no interesaba esta política, mientras que sí se sentían muy implicados en las políticas municipales. Si ibas por la calle, la gente siempre tenía y tiene algo que decirle, preguntarle o pedirle a un alcalde, pero menos a un presidente del Cabildo, muchísimo menos a uno del Gobierno regional y nunca va a encontrase con un ministro o presidente de España. Y, de pronto y con las redes sociales, el boom televisivo hace que haya una presión importante a la que hay que hacer frente. Antes te preparabas la intervención en el Congreso y, ahora, tienes que dedicar parte del día a la comunicación y a dar respuesta desde la espontaneidad a ese boom. En estos seis meses, sales a un pasillo del Congreso y te cogen 20 periodistas, te preguntan y debes responder porque están las televisiones en directo".

A su juicio, y aunque se dice que la falta de gobierno ha agudizado el hartazgo con la política, el interés y la toma de partido ciudadana ha aumentado, si bien también se corre el riesgo con este boom, "y ha pasado estos meses, de una frivolización de la política, de convertir el Congreso en un plató de televisión, algo que no puede ser. Desde luego que hay que visualizar y poner en valor las decisiones que se toman y es bueno que los ciudadanos se interesen otra vez y sepan qué es lo que se hace y se opina en el día a día, pero hay que llegar a un grado en el que el diálogo político no sea a través de redes, ni de ruedas de prensa o de 40 caracteres. Creo que parte del problema de que no haya gobierno es que las negociaciones se hacían con focos y televisiones, no en una mesa con tranquilidad, serenidad y con papeles. Se pretendía llegar a acuerdos a través de twiter y eso no es posible. Una negociación supone muchas horas, muchos papeles, muchos documentos y mucha discreción para, al final, formalizar un acuerdo".

Esto contrasta con lo positivo que, a su juicio, ha sido que entre nueva gente, "pues da frescura por su aspecto físico, su forma de hablar, sus intereses... Podemos y Ciudadanos han dado riqueza y pluralidad", aunque también lamenta que no siempre se haya respetado al otro desde el 20D. Eso sí, cree que esto "ha servido porque muchos de esos líderes han pedido disculpas por lo que hicieron, al llevar una agresividad, una crispación y por escenificar un odio hacia el que no piensa como ellos que se vio en las sesiones del Congreso. Creo que se han dado cuenta porque se les ha venido en contra, fundamentalmente a Podemos y a ciertos sectores del PP, ya que esa tensión no la comparte el ciudadano y, por otro lado, se traslada a la sociedad".

Su choque ante lo que se conoce como nueva política le lleva a sugerir también a Podemos y C''s que cambien "ese mensaje, que ha hecho mucho daño, de que toda persona de más de 35 años ya está amortizada, que todo lo joven es bueno y que el que supera esa edad ya no es que no sirva para la política, sino que se está contagiando esto a la sociedad. Ahora que estoy en la calle, muchos te dicen que van a buscar un puesto de trabajo con su experiencia y currículo y les responden que, por tener más de 40 años, no los quieren. Eso no ocurre en ningún país occidental. La veteranía y la experiencia deben volver a ser un valor. En la política americana, se ve a candidatos con 60 o 70 años o periodistas veteranos en TV, y lo ves en la política alemana, inglesa, francesa y, en este país, parece que queremos despreciar, tanto en política como en la vida profesional, a mucha gente. Claro que la gente joven tiene una oportunidad y tiene mucho que aportar, pero también los de experiencia y cierta edad".

En este caso, espera que ocurra lo mismo que ha pasado con Podemos y el término casta, "del que ya no hablan". "Desde el momento en que Podemos ya no es chavista y ya no quiere fotos con Tsipras en Grecia, ya no llama casta porque tiene que captar a las clases medias y a los pequeños y medianos empresarios... Ha cambiado el discurso y ahora dicen que no son comunistas, sino socialdemócratas. Ese giro de decir primero que soy apolítico, que era su primer grito, después que eran de izquierdas y luego ya socialdemócratas es una estrategia claramente electoral porque Podemos ya no se conforma con estar en el Congreso y asaltarlo, ni con tener una representación importante, sino que quiere ganar al PP y ser la fuerza mayoritaria. Ese es su grito ahora".

Oramas también cree que Ciudadanos se ha desnudado. "Ese proyecto, que comenzó por el conflicto territorial en Cataluña y con un líder carismático, y, al final, vimos en el debate del lunes que Rivera le dijo a los millones de españoles que lo estaban viendo que la prioridad del país era la educación, que es muy importante y nosotros los nacionalistas también queremos un pacto de Estado, pero ese no es el principal problema, sino el empleo y la pobreza que está instalada en la sociedad y no hay esperanza de corregir o las desigualdades sociales que se han ajustado con la crisis. La educación, la corrupción... requieren un pacto de Estado. Volver a recuperar los derechos laborales, la negociación colectiva... claro que también ha de ser con un pacto de Estado. Pero lo primero, lo urgente, es lo otro".

De ese debate, también le sorpendió que Rajoy dijera que los parados "tenían que volver a ser dignos. Y no, no se puede decir que no son dignos, pues no han perdido nunca la dignidad. Lo que es indigno es eliminar los planes de empleo con Canarias. O lo que dijo Mercedes Roldós (candidata del PP por Las Palmas) el otro día en un debate regional: que el PP había logrado que la alegría volviera a las calles, que la gente estaba comprando casas e invirtiendo en bolsa. ¿Qué calles recorre el PP? ¿Que este país está mejorando poco a poco? Sí. ¿Que se crea empleo? Sí, pero ¿qué tipo de empleo? ¿Eso se está preguntando? Hay gente que trabaja 15 horas a la semana, por primera vez hay quien trabaja y no sale de la pobreza, o están los fijos discontinuos... Creo, sinceramente, que debe haber un gobierno, el que sea, que no va a tener mayoría, y que el próximo presidente ha de tener una capacidad de diálogo excepcional porque no habrá, ni siquiera, gobierno de coalición; lo más que puede haber es uno en minoría y, después, una negociación día a día y semana a semana sobre cada cuestión".

Y es en este punto en el que, según subraya, el papel de CC debe ser clave. "En el debate de 4 partidos nacionales, no tenían que salir las políticas específicas con Canarias, pero ha servido para que los canarios visualicen lo que puede ser la política allá si no estamos. Porque es que, en un debate del estado de la nación o en uno de investidura, estarán estos 4 señores y los que le van a exigir ciertas políticas son los vascos, los catalanes y los nacionalistas canarios. La gente ya sabe cómo puede ser eso si no estamos en el debate de presupuestos, o en el de financiación o el n del estatuto, que está ya en las Cortes: ¿usted se imagina que se debata sin nacionalistas para impedir que PSOE o PP, como han hecho en los últimos 8 años, pasen las tijeras a los temas de Canarias, a las competencias en Costas, a las de inspección de trabajo, a las que pedimos y tienen otras comunidades pero que, unas veces el PSOE y otras el PP, no se han dado?".

En su opinión, esta relevancia del voto de CC allá queda reflejada perfectamente en su lema de este 26J ("Sí me representa"), ya que "es lo que a mí me dice la gente en la calle. Me conoce el 90% de la población canaria, soy seguramente la política más conocida de las Islas, me hayan votado o no, y me dicen: a usted sí la he visto, de usted jamás nadie ha dicho nada. Cuando se dice que los políticos son todos iguales y los partidos, todos corruptos, o que algunos vienen solo en las elecciones, a mí me diferencian. Me dicen: la voté en La Laguna aunque era socialista. Me estoy encontrando a muchos históricos de derecha e izquierda que me dicen que nunca me han votado, pero que lo harán ahora porque ya no creen en los partidos y sí en la persona. La gente no se siente representada por los corruptos, por los que vienen solo cada 4 años ni por personas de las que ignoran el nombre, aunque les votaran en diciembre. La gente le quiere poner rostro, apellidos y nombre a su voto, y quiere que les rindas cuentas.

Por eso, y a vueltas con el CIS, cree que les ha venido "muy bien. Hace dos meses, estoy convencida de que no salíamos: un tercio de la población no sabía si iba a votar porque estaba enfadada por tener que votar de nuevo. Y ahora puedo decir que estamos remontando porque que haya salido en la encuesta del CIS que, por primera vez en 25 años, CC puede o no estar en Madrid, que se juega eso ya que Podemos está subiendo y el PSOE tiene un suelo importante en la Provincia, aparte de que el escaño de C''s irá al PP ya que, al igual que en diciembre las encuestas le daban 60 y sacaron 40, todo el mundo sabe que muchos que les votaron volverán al PP, todo eso nos ayuda. La diputada última que salió fue la de C''s, aunque haya gente que piense que fui yo. Basta que pierda 2.000 votos para que su escaño vaya al PP. Esa encuesta es buena para que la gente se movilice, ya que quiere que estés allí luchando por esta tierra. Es curioso, pero, aunque no me voten, quieren eso. Y, de pronto, han visto las orejas al lobo. El otro día me paró mucha gente del subsector del plátano que no era votante nuestro en La Palma, donde ganó el PP porque Rajoy dijo que resolvería el transporte del plátano, pero los que votaron al PP están muy disgustados, el subsector se siente engañado... Como se ha perdido el subsector del tomate, donde se perdieron 10.000 empleos, porque no se pudo competir con el marroquí y advertí durante 8 años sobre esto. Y ahora puede pasar con el plátano porque entrará el africano y el latinoamericano y no se podrá competir a no ser que esté la compensación al transporte. Mucho platanero que votaba tradicionalmente al PP se está movilizando para que nosotros estemos allí porque saben que, si no, el plátano se va a negociar como un tema de Estado como pasó con el tomate, que fue lo que lo hundió. Veo que remontamos, que vamos a movilizar a la gente, pero, sobre todo, si los nuestros van a votar. Me hace gracia que se interpretara esa encuesta como que el nacionalismo en Canarias va a desaparecer, cuando las Islas son profundamente nacionalistas: el presidente lo es, el del Cabildo de Tenerife, el de Lanzarote, Fuerteventura, la de El Hierro, el alcalde de Santa Cruz, el de La Laguna, el de las principales ciudades... Somos nacionalistas, aunque en ciertos momentos e influenciados por medios nacionales que dicen que hay que elegir entre 4, el votante nacionalista puede que se quede en casa, pues no vota a otros. Pero esto lo estamos remontando y se verá el 26J", remarca.

"Las mujeres son el gran motor de los cambios"

A su juicio, "las mujeres son el motor en los momentos de dificultad; son capaces de ir a un acto a preguntar, criticar o dar su opinión. Y te das cuenta de lo diferente que es Canarias, y que aquí la mujer se vuelve dura en las dificultades, se viene arriba, son el motor del cambio, de la supervivencia, de la dignidad... Una de las cosas que más me han impresionado es cuando estoy con mujeres y empiezo a hablar y, de pronto, a algunas les caen lágrimas, quizás porque les emociona que les transmita lo que están viviendo y que sepan que hay que pelear. Pasa, por ejemplo, con las pensiones no contributivas, la escuelas infantiles, la ley de dependencia, las abuelas que cuidan a nietos... Con la dependencia, se aprobó con Zapatero que las mujeres cobrarían una paga, que el Estado pagaría el 50% de la seguridad social y llegó el PP y no solo no transfirió el 50% de la prestación, sino que eliminó la cotización de las cuidadoras, que son todas mujeres. Cuando se dice que, ante elecciones, las mujeres son las más indecisas, yo no lo creo. De hecho, cambié La Laguna en Taco La Cuesta gracias a las mujeres porque eran dirigentes vecinales, las que llevan clubes deportivos, jóvenes y mayores, y esto es algo que no pasa en la Península. Hay muchas con estudios que limpian ahora pisos y lo hace con dignidad".

"O cambian o los 4 líderes están ya amortizados"

Oramas asegura que el debate del lunes le dio "tristeza porque si, al final, el 27J va a ser eso, no habrá gobierno. Esos 4 líderes están amortizados, no sus fuerzas. Hay que buscar personas capaces de dialogar y llegar a acuerdos. Están amortizados a no ser que sean unas personas totalmente distintas a las del debate, pues no hubo un solo asunto en el que dijeran que estaban dispuestos a apoyar a otro, sino que querían que los demás los apoyaran y a sus programas". Tras matizarle que Iglesias sí respaldó el impuesto a las grandes fortunas y compañías del PSOE para garantizar las pensiones, asiente y remarca el "grave problema que hay, pus se debe cambiar todo el sistema de pensiones, convocando el pacto de Toledo. Y es que el PP cambió esto solo, cuando se debe hacer entre todos. Solo quedan dos opciones: o con impuestos o con cotizaciones, no hay más para que cuadren las cuentas de la seguridad social". A quien no ve muy amortizada políticamente es a ella misma, que sigue subrayando la relevancia de la persona y recuerda que, como alcaldesa, "me apoyó gente del PSOE, PP e IU por confiar en mi, en el trabajo y la gestión". Además, y ahondando en la experiencia, dice que se siente con más pasión y ganas casi que nunca.