"Llevaba más de 20 años viviendo con su mujer en Cataluña, habían tenido dos hijas, cobraba más de 1.500 euros al mes, no tenía problemas importantes de dinero... Y un día decidió que no podía quedarse en España sin hacer nada. Cogió a toda su familia y se fue a Siria. Se había conectado mucho a las redes sociales y estaba convencidísimo de que tenía una responsabilidad moral y que debía ir". La periodista Anna Teixidor relata la historia de ese hombre casi con la misma incredulidad que cuando lo entrevistó. Ni él ni muchos otros que componen la investigación que ha publicado en forma de libro sobre los combatientes en nombre de Alá -el primero en nuestro país en el que una periodista da voz a combatientes y simpatizantes del yihadismo y que la semana pasada presentó en Casa África- cumplen con el estereotipo que se tiene: persona con pocos recursos y excluida del sistema que siente que de alguna manera se tiene que vengar del destino.

Las decenas de entrevistas y encuentros que sustentan su trabajo demuestran que no hay un perfil claro y plantean muchas dudas sobre la manera de afrontar esta problemática cuando esos potenciales yihadistas vuelven arrepentidos a sus países de origen. Es cierto que algunos pueden regresar con la misión de atentar en suelo occidental, pero también que hay muchos otros -y eso lo han constatado las fuerzas policiales- que regresan sin haber actuado y lamentándose de su error. Localizarlos e intentar reinsertarlos en un reto que España aún no se ha planteado.

La periodista catalana está convencida de que "hay que usar una técnica de contranarrativa para frenar la captación de combatientes yihadistas en España" y diseñar un plan público que trabaje en la inclusión de los arrepentidos que regresan, como ya hacen otros países. "Estado Islámico (Daesh) funciona como una secta a través de las redes sociales". Facebook es su campo de acción prioritario, pero ya "están trabajando también en otras como Linkedin". En Cataluña se han llegado a plantear que los propios docentes hagan esta labor en las aulas, pero Teixidor advierte de que es imposible que cualquiera pueda desempeñar ese papel. Se necesita autoridad moral entre el colectivo, pero también conocimientos sobre el Islam.

Teixidor ganó en 2012 el Premio Carles Rahola al mejor trabajo informativo en televisión con el reportaje "Ivie Okundaye, una mujer de carretera", que realizó junto a Marc Faro. Acaba de editar, a través de la editorial del diario catalán Ara, "Combatientes en el nombre de Alá", que fue la base del documental del programa denominado "En búsqueda del paraíso" y que contenía entrevistas con personas de origen musulmán que han dejado España y se han unido al Estado Islámico. Algunas se realizaron solo a través de las redes, pero otras muchas personalmente. Ella y su equipo contactaron con cerca de 400 personas, pero finalmente solo pudieron entablar relación con 20.

"Ha sido un trabajo de mucho tiempo. Primero escribes el mensaje de messenger, siempre dejando clara la finalidad periodística, para que la policía no piense que simpatizas con ellos. A partir de ahí tienes que estar dispuesta a hablar cuando tengan un momento de debilidad y quieran hacerlo. Dura meses. Hay un fuerte componente de egocentrismo, de narcisismo, y, al mismo tiempo, una voluntad de proselitismo: te quieren captar". Además, cuando encontraban a alguno y lo localizaban en un barrio concreto se trasladaban hasta allí día tras día para intentar ganarse la confianza de otros como él.

El proceso de radicalización no es ajeno a los españoles. La razón es que el verdadero problema tiene que ver con la "vulnerabilidad". "Nos sorprende, pero igual que cuando pensamos en por qué hay gente que cae en sectas".

Los casos de mujeres son los que más han sorprendido a Teixidor. Hay uno de una mujer conversa, en Ceuta, que recuerda especialmente. "Creo que lo que más me ha costado asimilar es que una persona que no es extranjera consiga que la convenzan, y que luego no distinga entre la violencia y la justicia. A esta viuda yo le decía: ¿pero no ves lo que está haciendo Estado Islámico? Recuerdo que me enseñó unas fotos de Raqqa, de noche, de feria, para demostrarme lo bien que viven allí. Yo le decía que había bombardeos y que eso no era real, pero no me creía". El hombre que emigró con su familia murió hace unos meses.

Una "contranarrativa" desde dentro

"Ellos creen mucho en el mundo de las conspiraciones. Por eso es tan importante encontrar figuras que sepan contrarrestar esto. Tiene que ser alguien con formación y autoridad, un sabio reconocido por la comunidad". Aunque a algunas mezquitas los jóvenes ya no van. "Algunos se creen ya más lo que dicen las redes sociales."

Dinamarca, ejemplo de país que inserta a los arrepentidos

Hablar de reinsertar a los yihadistas arrepentidos que regresan parece un tema tabú. Sin embargo, hay países que ya lo hacen, como Dinamarca. Teixidor cree que hay que darles otra oportunidad. Según los expertos, solo una minoría volverá a Europa con la intención de atentar. Considera que deben pagar por los delitos cometidos, pero también que tienen que poder redimirse y volver a formar parte de la sociedad.