El líder del PP, Mariano Rajoy, ha subrayado hoy en Cataluña que una coalición de gobierno entre su partido y el PSOE permitiría abordar mejor el debate soberanista catalán. "Juntos", populares y socialistas tienen "más posibilidades de hacer las cosas que cada uno por su lado", ha dicho.

Rajoy ha hecho esta reflexión en un desayuno informativo en Barcelona, organizado por El Periódico de Cataluña, en el que ha hecho un llamamiento a los "moderados catalanes" para que hagan frente a un independentismo "condenado al más estéril de los fracasos".

Y ha tendido la mano al Govern para un diálogo en el marco de las leyes y la Constitución, siempre que sea "recíproco".

El presidente del Gobierno en funciones ha vuelto a insistir en que ofrecerá de nuevo la gran coalición si los resultados del domingo son parecidos a los de diciembre, y ha señalado que "lo único que no se puede hacer es repetir elecciones".

Por eso él está "dispuesto a gobernar en solitario", porque considera que, si no hay pacto tras los comicios, se debe permitir gobernar "al que tenga más votos".

Preguntado sobre si se presentará a la investidura en caso de no tener nuevamente ningún apoyo de otro grupo, Rajoy ha dejado claro que "no tendría ningún sentido" hacerlo porque "a la investidura se va a ser investido". "¿A qué vamos a ir a la investidura? La investidura sirve para investir", se ha preguntado.

Es entonces cuando ha explicado que, tras los comicios del 20D y antes de que Pedro Sánchez optara a la investidura, planteó que fuera el Congreso el que decidiera el plazo de cuándo debían "empezar a correr" los dos meses hasta la convocatoria de elecciones, ante la "laguna legal" actual.

Rajoy ha calificado de "viejo truco para no respetar las urnas" que sus adversarios hablen antes de que gobierne quien tenga mayor apoyo parlamentario frente a quien haya ganado los comicios, y ha insistido en que "los vetos" son "lo contrario a la política".

Ha admitido en cualquier caso que antes de gobernar en minoría él prefiere un acuerdo de gobierno "para cuatro años con un programa pactado", porque eso "genera confianza", sería "un mensaje bueno para los inversores", daría "tranquilidad" y permitiría "afrontar conjuntamente los problemas de España".

Y ha sido en ese momento cuando ha puesto a Cataluña como ejemplo para señalar que, con esa coalición, si ''populares'' y socialistas van "juntos", tendrán "más posibilidades" de hacer cosas ante el debate soberanista.

Mariano Rajoy ha asegurado por otra parte que la reforma de la Constitución no es, "en absoluto", una línea roja para él, pero ha insistido en que le gustaría saber qué quieren los socialistas "exactamente" cambiar de la Carta Magna. "Necesito que alguien me lo explique", ha añadido.

En su discurso inicial, el líder del PP ha lanzado un mensaje a todos los "moderados catalanes", a quienes están por "cumplir las leyes y por el entendimiento", para que "retomen la iniciativa que hace mucho tiempo les han arrebatado los radicales, los rupturistas y los antisistema".

Porque, a su juicio, "los que a contracorriente de la Historia y el proyecto europeo se empeñan en la separación y la división, y lo hacen además cabalgando sobre la antipolítica y los extremismos, están condenados al más estéril de los fracasos. Y pactar con radicales tienen un precio".

Ha insistido en varias ocasiones Rajoy en que la Generalitat contará con su "mano tendida" y "no va a faltar diálogo o voluntad de entendimiento".

"Pero quiero dejar claro -ha apuntado- que nos gustaría que esa voluntad de entendimiento fuera recíproca, y en una democracia europea y avanzada el cauce de entendimiento es la Constitución y las leyes", ha dicho.

Y ha advertido también: "A mí nadie me ha elegido presidente del Gobierno de España para que juegue con la nación española".

Ante una audiencia formada por dirigentes del partido y numerosos empresarios catalanes y representantes de la sociedad civil, Rajoy ha señalado que España puede dar "un formidable salto adelante" si se mantienen sus políticas o por el contrario "podemos ver cómo la recuperación se frustra ante nuestros ojos en cuestión de meses" si se "desmontan o liquidan" dichas políticas.

Ha subrayado así que "la inversión puede huir si pierde la confianza en el futuro del país y la creación de empleo se puede frenar, o incluso revertir" si España se "sumerge en la parálisis institucional, o lo que es peor, en la ruptura del modelo constitucional".

Todo en un acto en el que, como pasó hace dos días en Lleida, dos miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) han irrumpido entre el público, mostrando las camisetas verdes de la asociación y acusando a Rajoy de los desahucios de los últimos años.

El jefe del Ejecutivo en funciones ha defendido las medidas "importantes" tomadas por su Gobierno para evitar los desahucios pero ha considerado que el problema "más importante" no son los desahucios "por puras razones económicas" sino cuando "hay gente que por puras razones políticas invaden la propiedad de una persona o entidad", porque eso es "abofetear el derecho de propiedad, uno de los más sagrados".