La dársena de embarcaciones menores del puerto de La Palma (la marina) contará el próximo año con un complejo sistema de cierre de bocana mediante compuertas móviles, estructura que acabará con la agitación marítima existente y que, con una inversión superior a los 1,3 millones de euros, ha salido a concurso por un plazo de seis meses, según informó la Autoridad Portuaria en un comunicado.

Como punto de partida, habrá que reducir la anchura de la bocana en ocho metros, pasando de los treinta y uno actuales a veintidós. Para ello habrá que recrecer el lado tierra de la misma mediante un muro de hormigón de ocho metros de ancho por ocho de alto, y ejecutar asimismo a lo largo de la bocana un muro del mismo material pero con cinco metros de altura en el que se anclarán las compuertas de cierre.

Las compuertas elegidas alcanzan los cuatro metros de altura y veinticuatro de ancho, lo que permitirá el cierre hermético de la bocana hasta la cota +3,50. Con movimiento en el plano vertical, se mantendrán cerradas mientras no haya tráfico, imposibilitando la entrada de oleaje alguno a la dársena.

Las compuertas podrán ocupar cuatro posiciones diferentes. La sumergida, con ambas unidades apoyadas sobre la losa de fondo de hormigón; la posición intermedia, como configuración que cubre con cierto margen tanto el nivel de la bajamar media como el de la máxima; posición de cierre, hace lo propio con los niveles de la pleamar media y la máxima, y la posición de mantenimiento, con ambas compuertas fuera del agua para someterlas a labores de mantenimiento.