Una hilera de camiones del Ejército recorría a primera hora de la mañana de ayer la autovía de San Andrés para detenerse a la altura de Valleseco y enfilar luego las empinadas calles del barrio de Anaga. Era parte del operativo de cinco vehículos y diez militares, entre mandos y soldados, desarrollado para "subir" desde la nave de Cruz Roja en el puerto 16 toneladas de alimentos -procedentes del Feaga europeo- hasta el almacén regulador de la ONG Sonrisas Canarias. Esta reabrirá hoy oficialmente, después del cierre temporal por falta de productos, para repartir 4.000 kilos de comida entre familias de toda la isla. Entre 50 y 70 por cada una.

Arriba, en la calle Juan Silvestre, esperaban doce voluntarios, algunos de otra ONG, Técnicos sin fronteras ni banderas, para descargar la mercancía. No fue fácil la operación en una vía (como todas allí) muy estrecha. Además un inoportuno coche aparcado en la puerta del local (pese a los avisos desde hace dos días), lo complicó aún más. Todo se superó con afán solidario hasta depositar los 16.000 kilos "de un solo viaje". Leche (René Picot, "de la buena", decía alguno), galletas, aceite, arroz, cereales, conservas...

Luis Febles, presidente de Sonrisas Canarias, agradecía "al Mando Militar de Canarias, a la Autoridad Portuaria y a Cruz Roja. Ya tenemos 25 toneladas listas para repartir a necesitados del área metropolitana, del Norte y del Sur". Y más gracias de Febles: "A la sociedad civil por su fantástica respuesta a nuestro SOS". También a los militares por su ya cuarta colaboración, que se retrasó esta vez por unas maniobras en Fuerteventura. Unas 600 familias recuperan hoy gracias a ellos la sonrisa perdida durante unos días.