Se han celebrado ya las elecciones generales del 26 de junio y las ha ganado con suficiencia, aunque no con la mayoría suficiente, el Partido Popular. Parece que los españoles, ante la forma de gobernar en Barcelona, Madrid, Valencia o Cádiz, más lo que ha pasado en el Reino Unido con su más que probable salida de Europa, que ha traído como consecuencia inmediata la caída de las bolsas -en España la mayor caída de su historia-, han reflexionado y han preferido "malo conocido, que bueno por conocer". Y aunque Rajoy no lo ha hecho lo suficientemente bien, con su forma de gobernar a la gallega, parece ser que estamos bien considerados a nivel europeo y mundial, constituyendo una buena base para seguir avanzando sin estridencias y cambios demasiados bruscos, no solo en el tema económico -el paro, no cabe duda el problema más importante actualmente en España-, sino algo, al menos para mi, importante, el respeto a nuestros símbolos, tradiciones, creencias y formas de gobierno, con respeto a nuestra Constitución actual, hasta que reglamentariamente la cambien, si así es requerido por los españoles de forma mayoritaria.

Después de las elecciones, España se ha teñido de azul. Por comunidades autónomas, el PP ha ganado en todas ellas, incluyendo Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha y, en general, en todas las comunidades en que gobernaba el PSOE, Canarias, Ceuta y Melilla, salvo Cataluña. ¡Faltaría mas! Y el País Vasco, donde Unidos Podemos ha ganado al PNV. Por provincias, salvo Huelva, Sevilla y Jaén, en Andalucía y los ya citados de Cataluña y el País Vasco, también están teñidos de azul. Pienso que nadie ahora podrá decir que el pueblo español en general no apoya al PP y su forma de gobierno, por los motivos que sean. Yo comprendo y estoy de acuerdo de que no todo lo han hecho bien, y que han desperdiciado una mayoría absoluta sin aprobar cosas que deberían haber hecho, como el cambio de la Ley Electoral, para que gobernase la lista mas votada, o una segunda vuelta con los dos partidos mas votados, con lo que se eliminaría la indecisión actual y la falta de gobierno. También han dado su visto bueno a despidos masivos en centros oficiales, permitido que algunos empresarios se aprovecharan de la época de crisis y despreocupándose demasiado de lo mal que lo están pasando muchos ciudadanos y familias enteras sin tomar ninguna medida.

El Partido Popular ha aumentado su mayoría absoluta en el Senado, pasando de 124 a 130 escaños. En cuanto a los demás partidos: el PSOE, que consigue no ser pasado por Unidos Podemos como pronosticaban las encuestas, ha perdido cuatro diputados desde el 20 de diciembre del 2015, es decir que los españoles no han valorado bien lo dicho y hecho por Pedro Sánchez y su equipo. Para mi se ha valorado la falta de dialogo con el otro gran partido constitucionalista el PP, como se hace en gran parte de Europa, negándole hasta el dialogo y basando su campaña no en un posible programa, para ese cambio que preconizaban, sino en atacar al PP y en especial a su presidente, negándole todo derecho a optar a la Presidencia del Gobierno siendo la lista más votada. El partido de Ciudadanos ha pasado de 40 a 32, su pacto con el PSOE y su ambigüedad con la corrupción, haciendo la vista gorda en Andalucía, donde apoya el gobierno del PSOE y resaltando los casos que afectan al PP. Barcenas, Rita Barbera... así como su falta de experiencia gubernativa, le han pasado factura. Como dije al principio, el pueblo prefiere malo conocido que bueno por conocer, y más en la situación actual con la posibilidad, según las encuestas, que g.a D. no se han hecho realidad, de un gobierno populista radical de izquierdas que podría convertir a España en una Venezuela europea.

Para mi lo mas incomprensible y grave de la situación actual es que, por puros personalismos, no se intenta llegar a un acuerdo de los dos grandes partidos constitucionalista, el PP y el PSOE, como a lo largo de estos últimos años se ha llevado a cabo en muchas naciones europeas, por ejemplo en Alemania, donde se le dio al partido socialista la economía, y el Gobierno alemán funciona correctamente y es una de las grandes naciones europeas, yo diría la mayor y la más influyente. He dicho en más de una ocasión que siento sana envidia por los diputados ingleses, que pueden votar en contra de su propio partido, si no está de acuerdo con lo que se vota. Igualmente no entiendo cómo socialistas de prestigio, en congresos, comités federales etc. no se oponen a pactos y medidas que en muchos casos al final redundan en desprestigio del partido. Europa nos pide un gobierno estable y rápido que pueda tomar decisiones.