Aquellos ciudadanos que sean sancionados por no recoger las heces de sus perros en la calle no se enfrentarán solo a sanciones económicas, sino que, a partir de ahora, también deberán hacer trabajos para la comunidad.

Esa es una de las grandes novedades de la nueva Ordenanza Municipal reguladora de la protección y tenencia de animales, que el pleno aprobará hoy de manera inicial.

Esta excepción se aplicará en casos puntuales en los que el sancionado acredite que no tiene recursos para abonar la multa, o pida expresamente esta opción. Los trabajos para la comunidad se realizarán en el albergue de Valle Colino. "Es una buena manera de concienciar", subrayó ayer el concejal de Medio Ambiente de la capital, Carlos Correa. "Son pocos los municipios que tienen recogida esta posibilidad", aseguró. Madrid es uno de ellos.

Además de esta novedad, la nueva ordenanza establecerá la obligatoriedad de que todos los animales de compañía del municipio estén identificados, bien mediante chip, bien mediante otros métodos alternativos. Hasta ahora solo estaban obligados a ello los dueños de perros potencialmente peligrosos.

También regula la nueva normativa la cuantía de las sanciones, para adaptarlas a la normativa regional. "Hemos ido a los rangos superiores que marca la ley canaria", precisó el concejal.

Pero eso será cuando ya esté vigente la nueva norma. Con la de 2006 en vigor, el ayuntamiento ha impuesto en lo que va de año un total de 23 sanciones por no recoger los excrementos de las mascotas en las vías de la capital. A lo largo de 2015 fueron 68.

Tipificada como infracción grave en la normativa actual, la cuantía de la multa oscila entre los 150 y los 1.500 euros.

Del mismo modo, en lo que va de año se ha sancionado a tres propietarios de perros peligrosos por no contar con la correspondiente licencia. En 2015 fueron 34 los sancionados. En este caso, la infracción está catalogada como "muy grave", con multas que varían entre los 2.404 y los 15.025 euros.

¿Se nota un descenso? "En el caso de los peligrosos estamos en la media. Pero con respecto a las cacas no hay manera de que desciendan", lamentó el concejal de Medio Ambiente. "Debería ir en disminución progresiva, pero nos damos cuenta de que, algunos meses, las sanciones, incluso, repuntan", indicó.

El edil remarcó que el objetivo de su concejalía es "que las sanciones de este tipo bajen", y para ello se han hecho campañas específicas, que este año se intensificarán con acciones informativas en los barrios.

En este sentido, Correa sostuvo que "hay zonas específicas" del municipio en las que las sanciones son más numerosas. Entre ellas figura el distrito Suroeste y la parte alta del distrito Salud-La Salle.