Los trabajadores de Iberia que dan servicio de tierra a Vueling han reclamado hoy más personal para atender a los pasajeros cuyos vuelos sufren retrasos o cancelaciones, ya que han lamentado que en los últimos días se han visto desbordados y han sufrido agresiones, algunas físicas.

El presidente del Comité de Empresa de Iberia, José Antonio Ramírez, ha dicho que las agresiones se han producido en muchas ocasiones en las ventanillas de venta de billetes y en la zona de embarque.

"Nosotros tenemos la necesidad y la obligación de empatizar con el problema de los pasajeros porque tenemos que resolverlo. El problema es cuando no tenemos solución y tenemos que explicar a una masa ingente de personas que no tenemos solución", ha apuntado.

El sindicalista ha detallado que las agresiones van desde insultos hasta escupitajos, pasando por tirones de pelo y "ordenadores por la cabeza".

"Exigimos a Aena que incremente la seguridad en las zonas de embarque y facturación, y que haga cumplir a todas las compañías aéreas con las obligaciones contraídas con los pasajeros que hacen uso de sus aeropuertos", ha añadido.

Asimismo, ha apuntado que están sufriendo el "efecto bola de nieve" en sus jornadas laborales, que en los últimos días han sido de 12 y 13 horas.

"Una situación puntual se puede soportar, una situación sostenida en el tiempo no", ha subrayado, y ha reclamado más efectivos para "evitar un uso indiscriminado de las prolongaciones de jornadas de forma perentoria o extraordinaria".

Sin embargo, desde los sindicatos han insistido en que el origen del problema es la mala planificación de Vueling: "tenemos que cortar por lo sano y decir ''mañana empezamos la nueva operativa''".

En este sentido, ha puesto como ejemplo de la mala planificación el hecho de que Vueling programa "doce o trece" vuelos a la misma hora, cuando solamente tiene una pista de despegue, de forma que "el primero sale a la hora pero el resto empieza a acumular retrasos".