Bruno Hortelano puso remate de oro en la final de 200 a una jornada brillante para el atletismo español en el estadio Olímpico de Amsterdam, en la que Sergio Fernández (plata en 400 m vallas) y Toni Abadía (bronce en 10.000) también colaboraron para aupar a España al cuarto lugar del medallero de los Europeos.

Un día después del rutilante éxito de Ruth Beitia, con su tercer título en altura, Hortelano se enganchó a la bandera española que le proporcionó la propia Beitia para dar la vuelta de honor sin saber todavía que había ganado la final tras la descalificación del holandés Curandy Martina por pisar fuera de su carril en la curva.

Bruno, que sólo 24 horas antes se había quedado a cuatro centésimas del bronce en la final de 100, se ha proclamado campeón de Europa en una disciplina, como en propio hectómetro, en la que jamás un español había pisado una final de europea, olímpica o mundial.

Hortelano se enteró por los periodistas que le esperaban en la zona mixta de que Martina había sido eliminado en virtud de la regla 163.3 de la IAAF, después de haber festejado, bandera española al aire, un segundo puesto con una marca de 20.45 que, de por sí, le supo a gloria.

Ocho centésimas habían separado al holandés del español en la meta, pero los jueces descalificaron de oficio a Martina, sin que mediara reclamación española. El turco Ramil Guliyev, que en principio había sido tercero con 20.51, ascendió al segundo puesto y completó el podio el británico Danny Talbot con 20.56.

Sergio Fernández se convirtió en el primer medallista español de la historia en 400 metros vallas con una marca de 49.06, sólo por detrás del turco-cubano Yasmani Copello (48.98).

El vallista de Barañain (Navarra), que se había clasificado ganando su semifinal con 49.20, fue adelantando rivales en la recta final hasta arribar segundo a la meta. "Cuando vi que estaban todos ahí, me dije: aquí gana el que más huevos tenga", comentó.

La tercera medalla del día llegó en el 10.000. Toni Abadía vio realizado su sueño de ganar una medalla en los Campeonatos de Europa al terminar tercero en la final directa, por detrás de dos turcos nacidos en Kenia, Polat Kemboi Arikan y Ali Kaya.

La medalla de bronce parecía una empresa factible para muchos de los finalistas, pues el oro y la plata estaban reservados para los turcos, en ausencia del campeón anterior, el británico Mo Farah, que en año olímpico no hizo caso de una pieza menor.

En efecto, los dos turco-kenianos pusieron pies en polvorosa antes de la mitad de la carrera, despejando toda incertidumbre con respecto a los dos primeros metales.

La segunda carrera, por el bronce, fue la que ganó Abadía, que supo estar siempre atento en el grupo perseguidor para asestar el golpe en el último giro. Venció Arikan con 28:18.52, Ali Kaya se dejó ir en los últimos metros y cruzó segundo con 28:21.42 y cinco segundos después lo hizo el aragonés (28:26.07). Juan Pérez, sexto con 28:37.42 redondeó el éxito español, y Dani Mateo fue descalificado.

El gran chasco de la jornada fue para el francés Renaud Lavillenie, campeón olímpico y plusmarquista mundial de pértiga, que no pudo con la primera que intentó (5,75) y se fue sin marca después de haber ganado siete títulos europeos consecutivos (tres al aire libre y cuatro en sala).

La medalla de oro fue para el polaco Robert Sobera con 5,60, igual marca que el checo Jan Kudlicka, segundo, y el bronce para el esloveno Robert Renner con 5,50 en una final disputada con tiempo desapacible, viento y gotas de lluvia.