El artista José Luis Serzo (Albacete, 1977), uno de los autores más relevantes de su generación en el panorama nacional, utiliza la realidad más cercana para habilitar un discurso plástico en el que echa mano de la pintura, el dibujo, las instalaciones o el vídeo, entre otros recursos expresivos, para volcar sus inquietudes personales como si fueran relatos mágicos.

Este autor, que acaba de clausurar una retrospectiva de su obra en el DA2 de Salamanca, realiza su primera incursión en Canarias a través de la Galería Artizar de La Laguna, donde presenta su trabajo "Escenas y sucesos dentro y fuera de un Teatrorum", hasta el próximo 30 de julio.

La colección que reúne en la sala lagunera está integrada por dos microinstalaciones, veinticinco dibujos y catorce pinturas sobre óleo. Su estilo se puede inscribir en un realismo mágico muy peculiar, con ciertas referencias a la pintura clásica y religiosa, en la que refleja su virtuosismo y su buena mano para el dibujo, con muchos guiños cargados de ironía, crítica social y política.

Una de las microinstalaciones es una maqueta de un montaje que presentó en DA2 de Salamanca, "Teatrorum", un cilindro de ocho metros de altura en el que se introduce el visitante y ve en su cima un sol radiante entre nubes.

Como asegura el director de la Galería Artizar, Frasco Pinto, "sus series son relatos que él crea, epopeyas en las que los protagonistas son amigos suyos, su pareja... Cada uno interpreta un personaje, incluso él mismo tiene su alter ego en sus pinturas, Blinki, que es el protagonista de casi todas las historias. Son epopeyas que él recrea a partir de su propia vida, que la convierte en una historia épica. Cada serie es un relato, una historia, y cada obra es como una viñeta de esa gran historia. Él mismo es un personaje con barba que lleva un gorro de aviador y le van pasando cosas".

Cuando se observa la obra de José Luis Serzo se detecta un cierto aire daliniano, aunque los que conocen su producción desde sus comienzos consideran que tenía un punto bastante surrealista, motivo por el que fue seleccionado para ser incluido en varios libros sobre el surrealismo en España, pero el propio artista no tiene como referencia este movimiento. Quizás algunos de sus trabajos pueden recordar a Pérez Villalta en sus primeros años.

La obra de Serzo encierra muchos detalles, algunos tan minúsculos que pueden pasar desapercibidos, pero están dentro de un gran teatro basado en la vida misma, tan irónica a veces.