Los rebaños, los barcos, el santo, las carretas, los grupos folclóricos y, sobre todo, el sol. Después de días de meteorologías fluctuantes, actos aguados y un baile de magos pospuesto, ayer San Benito volvió a llevar a la ciudad la tradición agraria y musical sin grandes contratiempos. Eso sí, en su recorrido más corto, la principal novedad. De ahí que la romería fuese una romería, claro, pero también un examen; para los colectivos inmersos en una organización que apostó por reducir el trayecto hasta la Catedral y subir por Herradores tras los problemas de fluidez de la edición anterior y también para el Ayuntamiento de La Laguna, parte de esa comisión.

Ya en los prolegómenos del desfile se palpaba que había quienes se la "jugaban". Entre ellos, Juan Miguel Mena, el mandato pasado concejal de Sí se Puede y, este domingo, coordinador principal. Con unos papeles en la mano parecía intentar poner orden en la avenida de La Candelaria, en ese batiburrillo previo que cada año se forma de público, animales y coches... y las carretas en exposición, los últimos preparativos por parte de sus "pasajeros" e, incluso, quienes intentan ganarse unos euros con la "tejita de la romería", con estampas o con unos vasos con cordón que el vendedor, con ánimo, cantaba que eran para "cogerse el pedito del día, con mucha alegría".

San Benito que no cabe por la puerta y lo bajan, el "Pasodoble Islas Canarias" en la voz de Los Sabandeños, la bendición del ganado, los silbidos y onomatopeyas casi irreproducibles de algunos ganaderos, y un primer tramo tan lento que hizo que algunos se temiesen lo peor. Para los organizadores, la suerte estaba echada. Con la aparición de la senda de lascas de madera empezó el casco, por donde la comitiva pareció discurrir más o menos compacta y con público. Otra cosa es que quienes observaban desde los laterales estuvieran vestidos de magos... o que haya quienes apuestan por versiones 2.0 del traje típico en las que no pueden faltar las gafas Ray-Ban.

Para unos, un reto; para otros, un tema de debate, y para la mayoría (unos 30.000, según el Twitter del alcalde), probablemente desconocedores de la contestación que había despertado la reducción en ciertos sectores, una fiesta. En muchos casos, larga e intensa. Bien lo saben los que disfrutaron en los carritos, quioscos, celebraciones particulares y de una verbena en San Benito que es posible que hoy tenga a más de uno oyendo los ecos de "Marejada".

José Alberto Díaz

alcalde

"El resultado ha sido excelente"

José Alberto Díaz percibió ayer un "resultado excelente". "La reducción no disminuyó la exaltación a San Benito", señaló el alcalde al término de la Romería, y añadió una felicitación a quienes trabajaron por las fiestas.

Fernando Hernández

amigos y romeros

"Mucha gente nos ha felicitado"

Miembro de la organización, Hernández se mostraba contento a la finalización. "Mucha gente nos ha felicitado", dijo. Entre otras cosas citó que no se cruzaron la cabecera y la cola y que fue "más compacta". ¿Algo a mejorar? La lentitud de algún tramo.

Manuel Hernández

PREGONERO

"Debemos luchar juntos por la fiesta"

Manuel Hernández le puso porcentaje a la mejora: "No un 100%, pero sí un 60%". A su juicio, hubo "mucho" trabajo de la organización y el ambiente fue bueno. Y un mensaje de pregonero: "Debemos dejarnos de polémicas y luchar todos juntos por la fiesta, que es de todos".