Con la moral por los suelos, Samuel García se muestra bastante crítico con su actuación en los recientes Europeos de Ámsterdam. Quedó eliminado en semifinales de los 400 metros lisos y, en consecuencia, no pudo obtener la mínima para arribar a los Juegos Olímpicos, "la última gran cita que me falta", se lamenta.

El corredor palmero señala que "justamente, el día más importante de la temporada, quizás no estuve a la altura" en relación a "cómo lo estaba haciendo hasta entonces. He hecho una temporada perfecta, excepto el Europeo. Nunca había bajado tantas veces de 46 segundos. Estaba mejor que nunca", afirma.

Y es que Samuel García había hecho 45:65 como mejor marca este año, a dos décimas y media del requisito olímpico. Además, en los últimos meses, logró los récords de Canarias de 200 -20:65, consiguiendo la mínima de los Europeos- y de 500 metros -1:01:04-.

En la continental carrera de 400 metros, el atleta cree que quizás pecó "un poco de ansioso. Corrí fatal y acabó bastante mal todo. Los últimos metros los hice casi andando porque vi que se acababa el sueño. Es frustrante, la verdad".

En cualquier caso, García reconoce que llegó a la última cita "sin tener los deberes hechos. Me lo jugué todo a una carta. Se sucedían los resultados durante el año y todos eran positivos. Había estado cerca de las marcas, pero las ganas de querer hacerlo bien, quizás porque también era la última oportunidad, me han penalizado", argumenta.

Con todo, el velocista quiso hacer un último y desesperado intento por conseguir el pasaporte a Río el pasado domingo. "Acabé el relevo el sábado -España también quedó eliminada- y tomé un vuelo a Málaga. Me enteré que había una carrera en Granada y fui de cabeza". Sin embargo, su marca no lo acompañó en su propósito. "Hice 45:91, que es un buen registro, pero fue insuficiente".

Al integrante del Tenerife CajaCanarias le resta por completar un último reto "antes de terminar la temporada". Se trata de los XCVI Campeonatos de España Absolutos, a celebrar en Gijón entre los días 23 y 24 del presente mes.

Luego, vendrá el ansiado descanso y la reflexión. "Ahora hay pocas cosas que se vean positivas. Debo estar tranquilo, coger unos días para coger fuerzas y pensar bien acerca del futuro. Necesito luchar por objetivos ambiciosos. Me quiero centrar bien porque no me gustan las medias tintas". Con solo 24 años a sus espaldas, Tokio 2020 debe representar la ilusión para afrontar un nuevo ciclo olímpico en su carrera.