"Lamentablemente, La Laguna está peor, porque ha pasado un año y seguimos teniendo las mismas conversaciones que antes de la investidura". Cumplidos los primeros doce meses de mandato, ese es el balance de Teresa Berástegui, la líder de Ciudadanos (C''s) en el municipio, que señala que ha sido un tiempo en el que el consistorio ha estado "un poco paralizado" por la incertidumbre debida a la situación del pacto.
Sin experiencia política previa, la joven concejala dice que se ha encontrado con un mundo en el que no todo es "tan bonito" como parecía. "Creo que C''s ha estado haciendo un buen trabajo con los pocos medios que nos han otorgado, como las 40 iniciativas presentadas al Pleno o las cuatro enmiendas a los presupuestos, que fueron las únicas que salieron adelante", argumenta sobre la labor hasta ahora realizada.
¿Cómo ha visto al grupo de gobierno? "Hay áreas que han funcionado bien, pero otras, como Hacienda y Urbanismo, están bastante paralizadas", critica sobre unas concejalías que entiende que suponen demasiado trabajo para una única persona. ¿Y qué opinión le merece el resto de la oposición y su labor? "Tenemos una buena sintonía; la política municipal ha de estar por encima de la ideología y hay que saber llegar a acuerdos, sentarse y trabajar, lo que, en cambio, no ocurre entre el grupo de gobierno y la oposición", añade al respecto.
Sobre el supuesto desencuentro interno con su compañero de partido en el municipio, niega la mayor, mientras que el también controvertido, y más público, asunto de los vaivenes de C''s en su relación con Coalición Canaria (CC) lo relaciona con la coherencia: "Desde el principio dijimos tanto a CC como al PSOE que queríamos una oposición responsable y constructiva; cuando las cosas fueran buenas para el municipio, las apoyaríamos, y cuando no, diríamos que no".
"Cuando uno piensa en La Laguna no lo hace en una iniciativa concreta, en lo que se ha hecho en un barrio o en lo que se ha ayudado a los vecinos, sino en la buena o mala relación entre Abreu y el alcalde", sostiene en un análisis en el que, nuevamente, defiende la acusación que lanzó durante un pleno a la familia Barreto y a Daniel Plasencia -vinculados al asociacionismo local-, y se muestra crítica con un Plan General de Ordenación (PGO) que no comparte y que "ataca" al agro lagunero. "Tenemos dos opciones: o empezar de cero o sentarnos a hablar de verdad y llegar a acuerdos", manifiesta la edil.