El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, dejó claro ayer que sus diferencias con la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias no están relacionadas con una posible ruptura del pacto regional CC-PSOE, sino con la defensa de los intereses de Tenerife.

"Si yo quisiera romper el pacto, ya se hubiera roto, si ese fuera mi objetivo, porque si yo rompo el pacto en el Cabildo de Tenerife aquí todo se va a tomar viento. Ese no es mi objetivo", señaló en una entrevista concedida a RadioClub.

Según el presidente, el problema estriba en que las demandas de Tenerife vinculadas a la gestión de la Comunidad Autónoma están sujetas a las consejerías que gestiona el PSOE.

Así, en sanidad, por ejemplo, "la gente de la calle" sabe que no hay buenos servicios de urgencias ni los hospitales comarcales están finalizados ("lo dice el propio consejero al llegar a la Consejería"), en carreteras, "no hay otro problema en Canarias como la TF-5", en dependencia, un "problema grave" de listas de espera e infraestructuras, y en empleo, una tasa de paro muy alta con una expectativa de crecimiento que se debe traducir en la creación de puestos de trabajo.

Alonso señaló que estos problemas ya existían antes de mayo de 2015, poniendo de relieve que llegó a pedir la dimisión de la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, compañera de CC.