Los resultados de la segunda prueba de las oposiciones a la enseñanza en las Islas revelan que solo el 13% de los docentes que se presentaron superó la Oferta de Empleo Público (OPE), una cifra baja que, además, se sitúa a gran distancia del 29% de aptos registrado en 2013 y del 22% de 2014, según datos elaborados por el sindicato Insucan. Es decir, el porcentaje de aprobados fue menos de la mitad que el de 2013.
La Consejería de Educación y Universidades ofertó 500 plazas y se inscribieron 6.676 aspirantes: 4.839 del Archipiélago y 837 de otras comunidades. Según la misma fuente, finalmente solo acudieron al acto de presentación 6.029 -4.650 canarios y 1.379 de fuera-. Tanto en la primera prueba -el examen- como en la segunda -la presentación de la unidad didáctica-, los interinos en activo obtuvieron, en conjunto, mejores calificaciones. Es decir, más de la mitad de los que superaron la criba pertenecían a este grupo de docentes.
Las calificaciones de las últimas tres ofertas de empleo público revelan que "hay un proceso descendente en el número de personas que superan las pruebas", explica José Ángel Amador, representante de Insucan. Esta tendencia responde, a juicio de la organización sindical, al elevado nivel de exigencia de los exámenes, que no ha dejado de aumentar durante los últimos años. Para argumentar su conclusión, Amador ha calculado también cuántos funcionarios de carrera de los que se presentaron por turno libre superaron los exámenes. "Solo uno de catorce", señala.
Las causas de estos datos son variadas, pero entre los principales motivos se encuentra "la mala preparación de los tribunales". Amador sostiene que la formación que la Consejería prometió impartir a los miembros de los tribunales se limitó al presidente y al secretario, y que solo versó sobre "el procedimiento administrativo". "Hay que profesionalizar la evaluación". Además, Insucan insiste en que el sistema de acceso no se queda con los mejores docentes, ya que el modelo actual premia la memoria -o sea, "el tiempo para preparar la prueba"- y no la capacidad de explicar el temario. "La fórmula tiene que cambiar".