Vecinos del ámbito de las calles Marqués de Celada y Adelantado denunciaron ayer la existencia de ratas en el entorno, situando el foco del problema en varias casas que se encuentran en estado ruinoso y en semiabandono. A este problema se le suma que se ha convertido en un punto de encuentro y de anidamiento de las palomas.

Son varios inmuebles de antigua edificación que se encuentran entre los números 36 y 40 de la calle que están cerrados y bastante deteriorados por dentro. Se da la circunstancia, además, de que en la misma situación se encuentra otra casa del número 27 de la calle Adelantado, la paralela, que conecta su estructura con las casas de Marqués de Celada.

Es normal, dicen los vecinos, que de vez en cuando se produzca la caída de cascotes de sus techados o muros. En su interior la ruina es más que evidente, lo que ha servido a las ratas de lugar perfecto para vivir, señalan los vecinos.

Uno de los denunciantes sufre que los roedores se cuelan en sus casas debido a que por parte de los dueños de los inmuebles no se ha tomado ninguna medida para dejarlos limpios por dentro. "Lo que ellos no hacen nos lo tenemos que comer nosotros en nuestras propias casas", lamentó uno de los residentes afectados de la calle Marqués de Celada. En esa misma línea se pronunció otra de las afectadas, que señaló que "el hecho de que todos esté conectados por dentro de la manzana hace que los bichos estén por todas partes. Es lamentable, porque estamos sufriendo el problema desde hace ya muchos años. Entran por las azoteas y los desagües", dijo.

Pero donde también existe bastante contestación es en la calle Adelantado. El hecho de que los solares con lo que queda de antiguas viviendas estén conectados provoca que también sufran la entrada de ratas en sus viviendas. Dos de los residentes en esta calle denuncian que hace años pusieron una reclamación en el ayuntamiento, pero la contestación fue muy clara: "No podemos hacer nada porque es una propiedad privada, nos dijeron. Entonces, ¿qué nos queda?, ¿pegamos fuego a todo?", señaló con vehemencia una de ellas.

Todos los afectados viven también otra plaga, la de las palomas, "que no dejan ni tender una lavadora", criticaron.