El Ayuntamiento de Santa Cruz modificará el proyecto de remodelación de la piscina municipal Acidalio Lorenzo con la idea de ganar espacio y mejorar la "funcionalidad" de un espacio muy demandado por la ciudadanía de la capital.

Los cambios planteados, que deberán pasar por la Junta de Gobierno -con toda probabilidad la primera semana de septiembre-, afectan al vaso principal de la instalación, el de 50 metros.

La propuesta consiste en trasladar la conocida como "pasarela", que hasta ahora estaba integrada en este vaso central, a una zona contigua, dejando libre la piscina con el correspondiente "pozo" en uno de sus extremos.

"Esto significa que habrá muchas más posibilidades, pues se podrá utilizar este espacio tanto de forma horizontal como vertical", explicó ayer la concejal de Deportes, Verónica Meseguer.

Es más, según remarcó la edil, con esta modificación se gana en calles y en lámina de agua, con lo que el ayuntamiento podrá "ampliar" la oferta tanto a los usuarios libres como a aquellos integrados en los distintos clubes que hacen uso de la instalación.

"Casi que se pueden hacer tres piscinas de 25 metros", enfatizó Meseguer, quien subrayó que uno de los grandes beneficiarios de este cambio serán los miembros del equipo de waterpolo, que podrán ahora hacer uso de toda la piscina.

La denominada "pasarela" era la zona en la que se hacía pie y en la que se concentraban las actividades con bebés y para personas en rehabilitación, entre otros. Al quedar ahora aislada del vaso principal permitirá que su temperatura está más controlada y adaptada a las necesidades de sus usuarios, incidió la concejal de Deportes. "Antes era más complicado hacerlo", precisó.

Al respecto, el concejal de Infraestructuras y Obras del Consistorio capitalino, José Alberto Díaz-Estébanez, aseguró que la modificación propuesta del proyecto original, que contemplaba rehabilitar el vaso de 50 metros y dejarlo como estaba hasta ahora, no significará ni más tiempo de ejecución de los trabajos ni un aumento del presupuesto, pero sí mejorarán la "funcionalidad" de la piscina municipal.

Por ello, la finalización de los trabajos se mantiene para finales del mes de octubre, y el presupuesto para la rehabilitación seguirá siendo de 1,5 millones de euros, según aprobó la Junta de Gobierno en julio del año pasado.

Las obras contemplan la sustitución del vaso de 50 metros por una lámina de acero inoxidable y PVC rígido con una garantía mínima de 12 años. Este material hace muy complicada la existencia de fugas, dada su resistencia, y facilita la limpieza, al ser una superficie lisa.

También se va a reformar la sala de máquinas y dotar de mantas térmicas en altura el vaso de 50 metros, para evitar la pérdida de agua por evaporación y de calor.