Huyó siempre de cualquier cosa que no fuera el flamenco en estado puro, que llevó hasta sus últimas consecuencias. Era José Menese, cuya voz se apagó para siempre la noche de este viernes.

Menese murió a última hora de la noche del viernes a los 74 años en su casa de la Puebla de Cazalla (Sevilla), su pueblo natal donde nació y se crió, y donde comenzó a cantar en los bares de la localidad.

Hijo de un zapatero, sería otro grande, Antonio Mairena, quien en el año 1959 le presentaría en su debut en el Cine Carretería de Osuna, en la provincia de Sevilla.

Poco después, a principios de los sesenta, fue presentado en el mundo cultural madrileño por el pintor Francisco Moreno Galván, también originario de La Puebla de Cazalla, para posteriormente pasar a formar parte del elenco de artistas del conocido tablao flamenco Zambra.

La relación de Menese con Moreno Galván fue muy prolongada, y fue éste quien creó la mayor parte de las letras de sus discos posteriores. El contenido de estas letras, con un profundo contenido social y, en algunas ocasiones, también político, le granjeó la enemistad de las autoridades del régimen franquista, si bien éstas nunca hallaron excusa en las cuidadas letras de Moreno Galván para ejercer la censura sobre ellas.

De entre estas letras destacan, entre otras, ''Qué bien me suena tu nombre'', donde se denuncia el mal uso de la palabra guerrillero por parte de un grupo de ultraderecha de finales del franquismo conocido como los ''Guerrilleros de Cristo Rey''.

A José Menese se le consideró como el heredero natural de Antonio Mairena, si bien Menese consiguió desprenderse de cualquier influencia estilística para desarrollar su propio estilo en el cante flamenco, lo que unido a una voz clara y desgarrada, le convirtieron en uno de los cantaores flamencos de más importancia del siglo XX.

A pesar de no pertenecer a la etnia gitana, José Menese siempre hizo gala de una potente voz cuyos matices recuerdan a los grandes cantaores gitanos, especialmente a Antonio Mairena. Menese fue un cantaor ortodoxo que siempre respetó los esquemas clásicos del flamenco, rechazando en su repertorio innovaciones como las que otros artistas han introducido en el cante de finales del siglo XX.

A pesar de ello, fue el primer artista flamenco en llevar el cante a escenarios como el Teatro Olympia de París (1973 y 1974) o incluso al Auditorio Nacional de Música de Madrid (1991).

Menese nunca se escondió a la hora de defender un cante dentro de los parámetros de lo que él reconocía como ''puro'', y en alguna entrevista llegó a decir que el flamenco se encontraba en un momento "trágico" porque no había gente que cantara con esa "pureza".

No se consideraba pese a ello crítico sino "realista". "No soy crítico. Soy realista, amigo mío. Sinceramente, creo que esto está como el Rosario de la Aurora... Digamos que no hay vida en el flamenco", llegó a afirmar en una entrevista concedida a elartedevivirelflamenco.com.

Ahora esa "pureza" se ha apagado con su muerte, pero no su arte que pervivirá en la terintena de discos que grabó, el último, ''A mis soledades voy, de mis soledades vengo'', basado en los poemas más notorios del Siglo de Oro español, grabado en el año 2005.