El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, niega que abrace a todo el mundo, que sea alcohólico o que vaya a dimitir tras la victoria del "brexit" en el referéndum británico, según asegura en una entrevista publicada hoy por el diario belga Le Soir.

En una extensa entrevista concedidda en su despacho, Juncker afirma que ha sufrido críticas y ataques "asquerosos" en las últimas semanas, en referencia a cuestiones como su gestión de la crisis británica y a los repetidos rumores sobre su supuesta mala salud y alcoholismo, o por su efusividad en algunos saludos a políticos.

"No abrazo a todo el mundo", aseguró Juncker al ser preguntado por su efusividad al saludar a algunos líderes políticos, como en la cumbre entre la UE y los seis exsoviéticos de la Asociación Oriental, celebrada en Riga en 2015, en la que recibió a los participantes en una actitud muy relajada y llegó a saludar al primer ministro húngaro, Víktor Orbán, con un "hola, dictador".

Juncker explica que no sabía que había ningún micrófono cerca y que este saludo a Orbán es "una broma" que repite hace cinco años y a la que el primer ministro húngaro suele responder con un "hola, Gran Duque".

Aquellas imágenes fueron muy comentadas y alimentaron una vez más los rumores existentes sobre su supuesto alcoholismo.

A la pregunta de si es falso que sea alcohólico, que plantea la periodista de Le Soir, Juncker responde con un escueto "sí".

En cuanto a su gestión de la crisis británica y a las peticiones de dimisión por el resultado del referéndum, en el que se impuso la salida del país de la UE, el político luxemburgués declaró: "No tengo intención de dimitir. Cada vez que piden mi dimisión no hay una razón profunda", añadió.

Preguntado por el nombramiento del excomisario y exministro francés Michel Barnier como negociador jefe para el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, para la que aún no hay fecha, Juncker dice que "a los británicos no les gusta (Barnier), pero eso no quiere decir que a él no le gusten los británicos".

Sobre por qué no ha nombrado a una figura como el holandés Frans Timmermans, que podría haber sido mejor recibido en Londres, Juncker explica que Timmermans ya es vicepresidente de la Comisión Europea y tiene otras cosas que hacer.

Se declara "triste", como ya ha hecho en muchas ocasiones, por la elección de la mayoría de británicos, que ha decidido abandonar el club comunitario, y lamenta pasar dos o tres años en "la deconstrucción (de la UE) en lugar de en la construcción".

Juncker, miembro del Partido Popular europeo, preside la Comisión Europea desde 2014, cuando por primera vez se vinculó la elección del líder del Ejecutivo comunitario al resultado de los comicios al Parlamento Europeo, que se celebraron en mayo de ese año y en las que su familia política fue la más votada.