El coordinador del 33 Festival Internacional de Música de Canarias, Nino Díaz, ha pedido disculpas por algunas manifestaciones y acciones "desafortunadas" que no pretendieron ofender ni a los abonados, ni a quienes le antecedieron, ni a quienes depositaron su confianza en él para desarrollar esta tarea.

A través de un comunicado, Nino Díaz ha dicho que desde que se anunció la programación de la 33 edición del Festival ha asistido a un "enconado debate", y ha afirmado que un proyecto de esta trascendencia "puede y debe ser objeto de reflexión pero no ser utilizado como un elemento para la confrontación".

El director del Festival ha asegurado que su posición, aunque transitoria, le obligaba a mantener una "exquisita neutralidad" que él mismo reconoce no ha gestionado con la debida atención. Cree, además, que es imprescindible sosegar este debate abierto, empezando "dando ejemplo" para reconducirlo "de manera productiva".

Lo importante del Festival de Música de Canarias, según su responsable, es su función como herramienta cultural y su rentabilidad social, y admite que el balance tras 32 años de celebración ininterrumpida es positivo.

Díaz reconoce que no sería justo no destacarlo, así como la aportación de muchos profesionales, artistas y público que lo han hecho posible y el compromiso del Gobierno de Canarias, que lo ha respaldado en cada legislatura: "Negar esto es ignorar el esfuerzo y la visión de las personas e instituciones que han sostenido su prestigio durante más de tres décadas", afirma el director.

También ha querido dejar claro que no ha pretendido poner en duda que la historia del Festival de Música es una "historia de éxito", y subraya que su obligación es que lo siga siendo con la participación de todos sin exclusión.

"Todos estamos en la obligación de elevar el debate sobre la política cultural en Canarias. Es una exigencia irrenunciable, más exigible aún para quienes como yo tenemos el privilegio de ostentar responsabilidades en el ámbito público. Esta fase transitoria recomendaba sosiego, reflexión y acuerdo", opina Nino Díaz.

El coordinador del Festival vuelve a disculparse por no haber contribuido "decididamente" a este objetivo y confía en que sus palabras sirvan para serenar este debate y alejarlo de cualquier intención que no contribuya a su fortalecimiento.

Nino Díaz sostiene que el devenir del Festival de Música "no es patrimonio de nadie", sino de "una serena reflexión colectiva, siempre bajo los criterios de la excelencia intelectual y el mejor destino para los recursos públicos, que siempre serán escasos".

En su opinión, esto pasa también por reconocer el legado del Festival a lo largo de estos 32 años, ya que es "un excelente punto de partida a la hora de plantear nuevos objetivos", recalcó.

"Un gran Festival de Música no se construye a partir de etiquetas, un error que debemos corregir y centrarnos en un debate de altura en el que quepan todos que me comprometo a impulsar y en el que me situaré en el discreto lugar que me corresponde como gestor público", concluye el comunicado.