El presidente del PDC y expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha criticado este miércoles que el hecho de que la CUP sea decisiva en el Parlament de Cataluña "ha complicado mucho" la gobernabilidad para el grupo mayoritario de la Cámara, los soberanistas de JxSí.

Lo ha dicho en rueda de prensa para valorar la decisión del Congreso de dejar sin grupo propio al PDC, justo el día en el que se cumple un año desde que firmó del decreto de convocatoria de las elecciones catalanas del 27 de septiembre, que él mismo definió como "plebiscitarias".

Mas se ha mostrado satisfecho con que en el Parlament haya una mayoría absoluta independentista, pero ha lamentado que la gobernabilidad dependa de la CUP: "Yo no podía calcular que nos faltaría un solo diputado a JxSí para gobernar con un poco más de tranquilidad".

JxSí logró 62 diputados, la CUP 10 y el resto de la oposición no independentista 63: esto ha significado desde entonces que a JxSí no le valga con la abstención de la CUP para sacar adelante sus propuestas, sino que necesita de al menos un voto afirmativo de los anticapitalistas.

Esta situación generó unas negociaciones de investidura maratonianas, que se saldaron con Mas renunciando a ser presidente por el veto de la CUP, y colocando por sorpresa y a última hora el actual presidente, Carles Puigdemont.

Así, Mas lamenta que la distribución del voto soberanista en el Parlament "ha complicado las cosas", pero se ha mostrado satisfecho con que, al menos, haya una mayoría absoluta de diputados que apuesta por la independencia de Catalunya.

Mas ha dicho que mucha gente votó a la CUP con buena fe pensando que todos sus representantes eran como "David Fernández o Antonio Baños" cuando, a su juicio, en este partido conviven mucho talantes que no tienen que ver con el de estos dos exlíderes ''cupaires''.

"LOS MODERNOS"

Ha celebrado que la participación en esas elecciones fue del 75 por ciento, sin precedentes en unas autonómicas, y que el Estado no pudo "tumbar" el hecho que se convirtieran en un plebiscito a favor o en contra de la independencia.

Ha lamentado que para que fueran completamente plebiscitarias solo falló una cosa, que "los comunes, los modernos", en alusión a SíQueEsPot, fueron la única candidatura que no se definió claramente, según él, a favor en contra de la independencia.

Pese a las críticas a la CUP, a SíQueEsPot y también al Estado por no querer negociar la independencia, ha dicho que está satisfecho de haber convocado esas elecciones, y también "muy contento" de como lo está haciendo Puigdemont y de cómo funciona JxSí, grupo en el que conviven CDC y ERC.

Los partidos soberanistas viven actualmente con la incertidumbre de si el proceso continuará: de ello depende que Puigdemont supere la cuestión de confianza que ha convocado en septiembre y, para hacerlo, necesitará precisamente los votos de la CUP.