La Isla vivió su primera madrugada tranquila después de cinco días con el temperamento alterado. Ya no hay fuego. Sí existen brotes dentro de la zona acotada. Uno aquí (Mazo), otro más alla (Fuencaliente). Obliga a estar atentos, con retenes que recorrerán todo el perímetro. Ahora huele a pinillo chamuscado. Extinguir todo el incendio será aún cuestión de meses.

Tras vivir sin sobresaltos hasta el amanecer, horas en las que los equipos de extinción a pie aprovecharon para acabar con el material combustible de las zonas afectadas, ayer se decretó la estabilización de todas las lenguas de fuego. La última, en El Cabrito. Los medios aéreos continuaron refrescando el lugar. La nueva situación posibilitó que los 500 vecinos de Montes de Luna y la parte alta de Tigalate, en Mazo, que fueron desalojados por precaución, pudieran regresar a sus casas. Eso es lo que dice la "oficialidad". La verdad, algunos nunca se fueron y otros ya habían regresado la noche anterior.

En Fuencaliente, el fuego dañó algunas tuberías. En Las Indias está prohibido tomar agua potable proveniente de la red, de la que sale por el grifo, que hoy será sometida a diferentes análisis. Por ello, el ayuntamiento procedió ayer por la tarde a un reparto de agua en el centro cultural del barrio. Además, los vecinos tienen a su disposición un servicio de atención psicológica por una posible afección por lo vivido durante el incendio.

En realidad, los vecinos de los núcleos más dañados ya no tienen miedo al fuego. De la conversación con algunos de ellos se desprende que ahora temen al agua. Sí, a la riada. En 2009 produjo tantos daños como el brutal incendio del verano de ese mismo año: desde infraestructuras viarias derruidas hasta pérdidas de cosechas, huertos destruidos, viviendas anegadas de lodo y tierra... miran con recelo a la temporada invernal.

Esos mismos temores no son exclusivos del vecino, del residente. El Cabildo de La Palma también "tiembla". Sus dirigentes son conscientes de la que se puede venir encima de Los Canarios, Jedey, El Charco o Montes de Luna si se producen precipitaciones abundantes y ayer mismo emitió un comunicado en el que informó de que adoptará medidas urgentes "destinadas a preservar la seguridad y evitar peligros en la zona afectada por el incendio durante el próximo invierno". "Llevamos dos años de sequía y hay que estar muy pendientes de la evolución de las zonas afectadas por el incendio. Tenemos que mejorar las infraestructuras para evitar en la medida de lo posible que este invierno tengamos desgracias personales como consecuencia de riadas", aseguró el presidente palmero, Anselmo Pestana.

Y sí, después de sufrir un incendio, se "pierde" suelo. La tierra queda más estéril y el terreno se vuelve más impermeable e impide la penetración del agua en su interior. Influyen también las cenizas y con la cantidad de pinillo que ahora existe en el monte de La Palma... eso. Llegan las riadas.

El resumen de lo vivido ya es casi definitivo. Hay afectadas entre 4.500 y 5.000 hectáreas, el 7% de todo el territorio de La Palma, aunque pese a la dureza del siniestro y el absoluto desconocimiento cuando oficialmente se ha hablado sin rubor de "hectáreas quemadas", al referirse a todo el espacio perimetrado, en realidad tampoco hay que ponerse dramáticos: afectó a la Red Natura 2000 y a los enclaves de Tamanca y Cumbre Vieja, lo que es desmoralizador, pero basta con patearse parte de los senderos que llegan a los espacios que ardieron para darse cuenta de que la mayor parte de la vegetación que más ha sufrido es pino canario, duro como ninguno, que antes o después rebrotará y volverá a ser verde. No es fácil acabar con ellos. Siempren sorprenden. Además, las llamas fueron en su mayor parte rastreras. Fuego bajo. Por arriba hay mucho, no todo, salvado. Duele lo que se ve, pero la Isla sigue siendo verde. ¡Y bonita!

Lo que marcará para siempre el incendio de agosto de 2016 es la muerte de un agente de la Unidad Insular de Medio Ambiente. Fran Santana, que deja esposa y cinco hijos. Eso sí que es dramático. Una desgracia. Y no hay manera de recuperarlo. Lo demás siempre será relativo.

Para el autor confeso del siniestro, en prisión, el alcalde de El Paso, Sergio Rodríguez, ha pedido que no se haga un "juicio popular". Ha sido una "desgracia involuntaria" que le haya podido pasar "este desastre".

La cifra de hectáreas afectadas por el incendio se mueve entre las 4.500 y las 5.000, lo que representa alrededor del 7% de la superficie total de La Palma. La mayor parte no está quemada.

Ayudas regionales

El Gobierno de Canarias, tras deliberar, a propuesta del presidente, acuerda el inicio, por las consejerías competentes por razón de la materia a las que afecten los daños causados por este incendio, de las actuaciones precisas para reparar, en lo que a este Ejecutivo corresponda, los daños que se produzcan. Considera que este fuego forestal ha ocasionado "cuantiosos daños en personas y bienes, así como en las

infraestructuras, equipamientos, instalaciones y servicios".

"Trabajo heroico"

El Consejo de Gobierno de Canarias ha expresado su reconocimiento "al excepcional y heroico trabajo llevado a cabo por el personal que ha participado en la extinción del terrible incendio forestal" que comenzó el pasado miércoles. Agradece a todas las administraciones "el paso al frente que han dado para ayudar a La Palma". "Que el pueblo canario es solidario es mucho más que una frase hecha; es una evidencia, como nuevamente ha quedado acreditado", ha dicho. Hizo mención especial al pueblo de La Palma: "Su actitud ejemplar durante estas difíciles horas ha contribuido al desenlace del suceso, y el apoyo prestado a quienes trabajaban en las labores de extinción ha sido decisivo".

Muchas hectáreas afectadas, menos quemadas

No todo está quemado. Aunque la falta de conocimientos haya motivado que de forma oficial se haya llegado a hablar de 4.500 hectáreas quemadas, la realidad es que muchas de ellas están apenas afectadas en el suelo, con las zonas altas a salvo. /EFE