El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, prometió hoy continuar las purgas en la Administración para "limpiarla" de simpatizantes de la cofradía gülenista, sospechosa de organizar el fallido golpe militar del pasado 15 de julio, aunque haga falta despedir a 200.000 funcionarios.

"Lo haremos por el país, por la nación. Los que sean: 10.000, 20.000, 50.000, 60.000, 100.000, 200.000... Haremos lo que sea. Debemos hacer esa limpieza, sea en la institución que sea", dijo Erdogan.

El jefe de Estado hizo estas declaraciones, recogidas por la agencia Anadolu, en un discurso en el que defendió la mano dura contra la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, a la que el Gobierno describe como "organización terrorista" con las siglas FETÖ.

"Estamos decididos a aplastar la cabeza de los miembros de la FETÖ, al igual que a los del PKK (la guerrilla kurda) o el Dáesh (Estado Islámico), de forma implacable, acorde a los principios del Estado de derecho", dijo Erdogan.

"En Occidente, algunos dicen: ''Echáis a miles de personas y eso nos preocupa''. Pero se lo he dicho por teléfono: en la reunificación de Alemania Occidental y Oriental, lo hicisteis a una escala todavía mucho mayor que nosotros", agregó.

Consideró que la cofradía no es sólo una amenaza para Turquía sino para todo el mundo y pidió a su audiencia que haga todo lo posible para combatirla.

"Pueden ser vuestros amigos, vuestros colegas. Os digo que a éstos también hay que denunciarlos. Hay que informar de ellos a nuestros fiscales, a nuestros aparatos de seguridad. ¿Por qué? Porque esto es el deber de todo patriota", dijo el presidente.

"Ellos no van a derribar este país: nosotros los derribaremos a ellos", prometió.